- · Auto-limitación de las mujeres
- · Baja presencia de mujeres directivas
- · Sociedades masculinizadas
- · Estereotipos de género en las universidades
- · Desigualdad también en casa
- · Discriminación en la selección de personal
- · Penalización por maternidad
- · Menor participación femenina en el mundo laboral
- · Políticas de igualdad, de verdad
- · Europa está cambiando, ¿y España?
Hay razones, datos y estudios que demuestran que la brecha salarial continúa existiendo. Y no solo eso, según los expertos, su desaparición todavía se vislumbra a lo lejos en el horizonte. Unas políticas de igualdad que a veces no funcionan, un salario bruto anual bastante inferior o la penalización de las mujeres por la maternidad son algunos de los factores determinantes que nos han llevado a la situación que vivimos actualmente y que venimos sufriendo desde hace años.
1. Auto-limitación de las mujeres
Una de las situaciones que se dan por hecho es que las mujeres que quieran ser mamás están obligadas a limitar su carrera. Esto por tanto, hace que las diferencias se acentúen respecto de los hombres en el momento en el que las mujeres deciden tener hijos. Según estudios realizados al respecto, del 85% de mujeres que trabajaban a tiempo completo antes de quedarse embarazadas, solo retoman su trabajo a tiempo completo en los meses posteriores el 50% de ellas. Asimismo, un año completo de baja acarrea una reducción del sueldo de entre un 10% y un 20%. Sin embargo, en el caso de los hombres la diferencia es casi imperceptible ya que en dicho estudio no existe casi cambio alguno a su situación sin hijos que con hijos (en cuanto a sueldo así como en promoción laboral).
2. Baja presencia de mujeres directivas
La baja presencia de mujeres en los puestos directivos es otra de las causas por las que la brecha salarial existe. Y es que en la actualidad tan solo un 4,6% son CEO y un 19,2% Consejeras. En España los datos han ido mejorando en cuanto a los puestos de Consejeras dentro de las empresas del IBEX 35, pero seguimos en el 18,84% es decir, todavía por debajo de EE.UU.
3. Sociedades masculinizadas
Es un hecho palpable que vimos todavía en sociedades muy masculinizadas. Esto quiere decir que hoy en día los salarios dependen del género, ya que está demostrado que los sueldos anuales brutos de las mujeres son inferiores a los de los hombres, simplemente por discriminación sexual.
4. Estereotipos de género en las universidades
Dentro del concepto de sociedades masculinizadas podemos hablar de la segregación que también existe en la elección de carreras universitarias según el sexo. Y es que tal y como concluye un estudio realizado, las chicas suelen decantarse por carreras más dirigidas al sector de "cuidados" tales como psicología, trabajo social, sociología, educación... Mientras que los varones, prefieren las carreras más "técnicas" como las ingenierías o las ciencias. Esto indica que en los próximos años, incluso décadas, las brecha va a seguir existiendo ya que las carreras asociadas a la técnica gozan de mejores sueldos que las dedicadas al bienestar.
5. Desigualdad también en casa
Pero si existe una desigualdad que hoy en día todavía tenemos muy arraigada culturalmente, ésa es (tristemente) la del hogar. Según estudios realizados al respecto, se concluyó que las mujeres que dedican parte de su tiempo a las tareas domésticas son un 98,9%, mientras que los hombres un 94,7%. Hasta ahí la diferencia es prácticamente inapreciable. Pero si nos fijamos en las horas invertidas en este trabajo, las mujeres estudiadas dedicaban 4 horas y media al día, mientras que los hombres se quedaban en la mitad. Por lo que se puede concluir que la brecha que existe en los hogares todavía es mayor a la que existe en el mercado laboral.
6. Discriminación en la selección de personal
Pero si nos centramos en estudios publicados recientemente, en cuanto a la selección de personal para una empresa, las diferencias de género también son alarmantes. En un estudio realizado a profesores universitarios se les pedía que imaginasen ser el Decano de una Universidad en la que tenían que elegir al nuevo Director de Laboratorio de la misma, así como su salario; los resultados fueron sorprendentes. Se decidió repartir un mismo currículum pero solamente cambiando el nombre del mismo, la mitad eran hombres y la mitad mujeres. Pues bien, los resultados concluían que los profesores ofrecían 30.500 dólares a los C.V con nombre de chico y 27.000 a los de nombre de chica. Mientras que las profesoras daban 29.300 dólares a candidatos hombres y 27.000 a las mujeres.
7. Penalización por maternidad
Asimismo, en el primer punto hablábamos de una auto-limitación por parte de las mujeres ya que somos nosotras quienes tenemos que frenar nuestra carrera profesional para dedicarnos a la maternidad. Una diferencia que además, está penalizada en las mujeres y premiada en hombres y a los datos nos remitimos según un estudio realizado a estudiantes estadounidenses de ADE (Administración y Dirección de Empresas) en el que tenían que imaginar ser trabajadores de RR.HH y valorar los currículums de varios trabajadores para el puesto de Dirección de Marketing de una gran empresa, incluyendo el sueldo anual bruto.
Los resultados fueron reveladores: los currículos en los que la candidata era madre se les ofrecía una media de 137.000 dólares al año, mientras que a las mujeres solteras, se les ofrecía (con un C.V de las mismas características), 148.000 dólares. Por su parte, a los hombres que eran padres, se les proponía un sueldo de 150.000 dólares (mayor que el de las mujeres solteras), mientras que si eran solteros, la cantidad descendía considerablemente respecto a la de los padres (aún así quedando por encima que el de las mujeres solteras). ¡Impresionantes estos datos!
8. Menor participación femenina en el mundo laboral
Otro de los factores clave es que normalmente, debido a la maternidad, las mujeres realizan menos horas de trabajo. Asimismo, ellas son por lo general las que reducen sus jornadas de trabajo tras ser madres para cuidar de los niños y por tanto, sus carreras profesionales se truncan ya que tienen que sacrificar su promoción laboral. En muy pocas ocasiones son los hombres quienes toman la decisión de quedarse con los niños y pedir la reducción de jornada. Existe entonces una menor participación de la mujer en el mundo laboral.
9. Políticas de igualdad, de verdad
Para luchar contra todo ello son necesarias políticas de igualdad que ejemplifiquen, dignifiquen, visibilicen y normalicen a las mujeres a todos los niveles de la sociedad. Pero ya no solo a nivel político se necesita un cambio, sino que también hay que apostar por la responsabilidad social de todos, tanto hombres como mujeres.
10. Europa está cambiando, ¿y España?
Y por último, hablando de políticas de igualdad, desde enero de este año la ley española dispone 4 semanas de permiso de paternidad para los padres, una baja que anteriormente estaba reducida a solo 15 días. En el caso de la madre, el permiso de maternidad se eleva hasta los 112 días. ¿Qué piensas de esta desigualdad?
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