Falta de deseo, sequedad, dolores, dificultades para llegar al orgasmo… Los problemas de la sexualidad femenina son cuantiosos. Sin embargo, muchas veces se ignoran y se desconoce cómo solucionarlos de forma eficaz. Aquí va un pequeño tour panorámico de las principales disfunciones sexuales femeninas y algunos consejos para solucionarlas. ¡En tu mano está tener una sexualidad plena!
Dispareunia: una penetración dolorosa
Se habla de dispareunia cuando se siente dolor, más o menos intenso, en el momento de la penetración. El origen de este dolor puede ser orgánico (después de un parto, por ejemplo), infeccioso (micosis, cistitis, herpes, MST…) o incluso psicológico. También puede resultar de un fenómeno poco conocido llamado vestibulitis: una inflamación del vestíbulo, es decir, de la parte situada en el interior de los labios internos.
Las soluciones: muy molesta para la vida sexual de la pareja, estos dolores se deben localizar (en el interior o exterior de la vagina, más o menos profundo…) e identificarlos. Se pueden prescribir antibióticos en caso de infección, pero normalmente el miedo al dolor provoca, con el tiempo, miedo a mantener relaciones sexuales, lo cual causa bloqueos más profundos. Consultar a un psicólogo permite superar estas aprensiones y volver a disfrutar plenamente de la sexualidad.
Sequedad vaginal
Cuando aparece, la sequedad vaginal ocasiona un verdadero problema para la vida sexual. Se trata de una falta de lubricación en la vagina, lo cual produce una penetración desagradable e incluso dolorosa. Generalmente es debida a modificaciones hormonales,y afecta con mayor frecuencia a mujeres jóvenes, pero también a mujeres adultas después del embarazo o que hayan pasado la menopausia. Asimismo, el estrés, la toma de ciertos medicamentos, una higiene íntima demasiado agresiva o bien el alcohol o los cigarrillos pueden afectar el mecanismo de lubricación natural.
Las soluciones: al principio, un lubricante a base de agua podrá aliviar la incomodidad. Después, según el caso, un médico podrá prescribir un tratamiento hormonal. La sequedad también se puede producir cuando existe cierta precipitación durante el acto sexual por parte de la pareja. Cuidar bien los preliminares es una manera agradable de aumentar el deseo y permitir que la vagina se lubrique de forma natural. Un juguete sexual o una película erótica también puede ayudar a favorecer la excitación.
Vaginismo o rechazo a la penetración
El vaginismo se traduce en una contracción involuntaria de los músculos del perineo y de la vagina. Aunque los órganos genitales sean normales (reaccionan perfectamente a la excitación y se puede obtener el orgasmo mediante la estimulación del clítoris), por reflejo, el orificio vaginal se cierra, impidiendo cualquier penetración. El vaginismo también imposibilita el examen ginecológico, así como la utilización de tampones durante las reglas.
Las soluciones: en el 90% de los casos, la causa del vaginismo es de orden psicológico. Puede ser causa de un traumatismo, de miedo o fobia a la sexualidad, o por bloqueo psicológico debido a una dispareunia severa. El objetivo de la terapia es, ante todo, relajar los músculos de la vagina. Después la mujer debe reapropiarse de su sexo para volver a una vida sexual normal.
Anorgasmia: cuando el orgasmo se hace esperar
Son numerosas las mujeres que se quejan de no conocer el orgasmo vaginal. En estos casos no se habla de anorgasmia total, ya que ese término se utiliza para aquellas que no conocen ni el orgasmo del clítoris ni el orgasmo vaginal. La anorgasmia puede aparecer desde el primer momento en la sexualidad, pero también puede afectar a las mujeres más mayores durante su vida sexual. Compleja, la anorgasmia se relega a ciertas situaciones o ciertas parejas.
Las soluciones: igual que muchos otros problemas sexuales femeninos, la anorgasmia tiene un origen psicológico. Por lo tanto, se debe tomar el camino de la psicoterapia. La clave es encontrar el origen del bloqueo físico, y una vez descubierto, aprender a superarlo. También es recomendable intentar nuevas posiciones a la hora de practicar sexo. ¿Conoces las más prácticas?
Frigidez
Más allá del orgasmo, la frigidez se define por la ausencia total de placer sexual. Esta ocurre cuando el cuerpo no reacciona a ninguna forma de estimulación: los órganos genitales no responden a las caricias ni a la excitación y la vagina permanece seca. Esto suele desembocar en un problema más profundo: las relaciones sexuales se viven como un deber, incluso como un fastidio y se practican con indiferencia.
Las soluciones: también para estos casos un buen trabajo psicoanalítico puede proporcionar la llave para desbloquear la situación. Se trata de que la mujer comprenda por qué es insensible a toda forma de placer físico y sexual, y para la pareja, de volver a aprender a comunicarse. El objetivo de este tratamiento es que la mujer afectada descubra sensaciones nuevas (u olvidadas) y aprenda a abandonarse a ellas.
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