En nuestro día a día, entramos en contacto con numerosos objetos que, sin saberlo, podrían provocar en nuestro organismo enfermedades realmente peligrosas, objetos que tenemos siempre en casa y de los que desconocemos su origen y composición. Alfombras de fibra sintética, fundas y sábanas de algodón, ambientadores, incluso el colchón en el que descansamos cada noche pueden convertirse en auténticos enemigos para nuestra salud.
1. Aguas contaminadas por nitrato. Aunque beber agua es el hábito más saludable, en algunos casos y especialmente en las personas que muestran carencias de vitamina C, el agua potable puede estar relacionada con un incremento del riesgo de sufrir cáncer de colon debido a los nitratos, que llegan a las reservas públicas de agua procedente del nitrógeno que contienen los fertilizantes y, que, tomado durante largos periodos de tiempo en altas dosis, pueden asociarse con esta enfermedad.
2.Alfombras de fibra sintética, un paraíso para las bacterias. Los tóxicos presentes en alfombras y moquetas pueden liberar sustancias químicas que contienen gases que aumentan el riesgo de cáncer, además de otros problemas como trastornos hormonales o enfermedades respiratorias como el asma. Algunas de estas sustancias son disruptores endocrinos que afectan al funcionamiento del sistema hormonal y cancerígeno. No lo vemos, pero están ahí.
- En la capa superior de la alfombra se encuentran repelentes, compuestos perfluorados que pueden provocar este tipo de enfermedades.
- Las sustandias bocidas utilizadas como conservantes también pueden ser cancerígenas.
- En la capa inferior de la alfombra suele haber materiales plásticos como el PVC que contiene disruptores endocrinos que afectan al desarrollo infantil, la reproducción y el riesgo de padecer cáncer.
3. Colchones recubiertos con productos químicos. Los colchones contienen meleato de tributilestaño, un producto químico que puede afectar tanto a la reproducción como al desarrollo de numerosos tipos de cáncer. Además, también contienen otras sustancias como el cloruro de amonio, los fenólicos, o el paradiclorobenceno, muy perjudiciales para la salud.
4. Fundas y sábanas de algodón. En ellas, a menudo se rocían pesticidas dañinos para nuestro organismo, por lo que hay que tener cuidado y elegir bien el producto que compramos.
5. Ambientadores no naturales. Siempre es mejor fijarse en la etiqueta o cambiar los ambientadores por aceites esenciales, hierbas aromáticas o flores secas. Así se disminuye el riesgo, evitando los pesticidas domésticos que encontramos en los ambientadores no naturales.
6. Prendas de limpieza en seco. Tratadas con percloroetileno, una neurotoxina contaminante que se encuentra en forma de disolvente líquido incoloro no inflamable y con un olor dulce que, cuando nos exponemos de forma frecuente a ella aumentamos el riesgo de estos problemas.
7. Encimeras de granito. Puede parecer increíble pero estas encimeras liberan radón, un elemento químico radiactivo, incoloro e inodoro y ya se ha convertido en la causa principal del cáncer de pulmón después del tabaquismo.
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