La megarexia es un trastorno alimentario mucho menos conocido que la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón. Si en la primera la persona que lo padece tiene una imagen distorsionada de su cuerpo y considera que tiene un peso excesivo, en este caso quienes lo sufren tienen los síntomas contrarios. Es decir, se ven delgados y sanos cuando en realidad sufren sobrepeso u obesidad. Ese trastorno dismórfico corporal hace que estén orgullosos de su físico y coman gran cantidad de alimentos poco saludables.
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Aunque pueda parecer menos peligroso que el resto de los trastornos mencionados, lo cierto es que puede tener consecuencias nefastas para la salud. Los afectados no son conscientes de la realidad y creen firmemente que están sanos, lo que provoca que se alimenten a base de productos procesados como bollería industrial, fritos o la comida rápida.
Por un lado, el hecho de no consumir alimentos frescos durante mucho tiempo, como frutas y verduras, puede tener como consecuencia un déficit grave de vitaminas o minerales. Y, por otro lado, el exceso de peso afecta notablemente a la calidad de vida del individuo: molestias en las articulaciones, baja resistencia física, mayor sudoración... Además, la obesidad puede aumentar el riesgo de padecer hipertensión arterial, diabetes tipo 2 o, incluso, algunos tipos de cáncer.
Para prevenir este tipo de trastornos de la alimentación es muy importante inculcar un estilo de vida saludable desde la infancia. Hábitos que van desde una alimentación equilibrada hasta practicar ejercicio de forma regular o descansar lo suficiente cada día. En el vídeo que puedes ver a continuación encontrarás muchos más. ¡No te lo pierdas!
Consejos para tener una salud de hierro
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Fuentes e informaciones en la web de TITCA, Tratamiento Integral de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
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