Los remedios de la abuela, la publicidad, y más recientemente Internet, han favorecido la proliferación de numerosas teorías y consejos sobre alimentación. Desde las infinitas propiedades de los llamados “superalimentos” a los quemagrasas, sin olvidarnos de las mil y una dietas para bajar de peso en un suspiro. Ha llegado el momento de adentrarnos en algunos de ellos.
En muchos casos, no solo la tradición popular y el boca a boca han creado estas invenciones, los sucesos históricos y la industria de la alimentación han ocasionado la buena o mala prensa de algunos productos. Por ejemplo, el aceite de colza es considerado poco saludable desde que en 1981 se detectara una importante intoxicación por ingerir un aceite para uso industrial, comercializado de forma ilegal como aceite de colza para consumo alimentario. Desde entonces, este producto no ha levantado cabeza, sin embargo, debes saber que es un aceite cardiosaludable rico en omega 3.
A continuación, desmantelamos 10 mitos sobre nutrición muy difundidos entre la sociedad actual.
1. ¿Alimentos con súper poderes?
Últimamente se usan mucho los términos “superfood” o superalimentos para designar a ciertos productos, en la mayoría de los casos, procedentes de otras culturas y con nombres exóticos, que aseguran ser la respuesta a todos nuestros problemas de salud, como las semillas de chía o las bayas de Goji. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ningún alimento por sí solo tiene la facultad de sanar, pueden aportar a una dieta equilibrada nutrientes que consumimos con menor frecuencia como los ácidos grasos omega 3 o algunos antioxidantes, minerales y vitaminas.
2. Alimentos que te ayudan a quemar grasa... ¿En serio?
De igual modo que no hay alimentos capaces de sanar, no existen los alimentos quemagrasas; ni la dieta del pomelo, de la piña o de la alcachofa te harán bajar de peso por hincharte a comer todo el día ese único alimento. Cómo explican la mayoría de los expertos en nutrición, solo una alimentación equilibrada y variada con ejercicio físico pueden obrar el milagro.
3. Dieta sin lactosa... ¿Pero por qué?
En los últimos años se ha puesto de moda dejar de consumir lácteos también entre aquellos que no son intolerantes o maldigestores a la lactosa pero... ¿Por qué? Muchos argumentan que se digiere mal pero lo cierto es que la mayoría de médicos desaconseja eliminar los lácteos de la dieta si no existe una intolerancia real. Y es que los lácteos no solo son alimentos deliciosos y versátiles sino que tienen beneficios para la salud como ser fuente de calcio o de vitamina B2. Recuerda que una de las bases de la alimentación saludable es que esta sea variada.
4. ¿Los hidratos de carbono engordan?
Que el pan engorda lo hemos oído miles de veces y más con el éxito de la Dieta Atkins, la cual culpabiliza a los hidratos de carbono de la ganancia de peso. No obstante, aunque la gente haya adelgazado con esta dieta no se debe a la eliminación de los carbohidratos, sino a una ingesta calórica total muy baja. Además, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir 50% de hidratos de carbono de la ingesta calórica total diaria. También circulan ideas cómo que el pan tostado o la corteza tienen menos calorías que la miga y el pan blanco, pero los nutrientes son los mismos, solo varía la cantidad de agua al estar más cocinado.
5. Si tienes agujetas, lee esto antes de beber agua con azúcar
No, el agua con azúcar no es la solución a todos tus problemas. Las agujetas se producen como consecuencia de microrroturas musculares y solo el aumento progresivo del nivel de entrenamiento puede evitarlas. Una adecuada nutrición e hidratación antes, durante y después del ejercicio puede ser de mucha ayuda. Asimismo te recomendamos estiramientos suaves para mejorar esa pequeña lesión o algún antiinflamatorio si son agujetas demasiado fuertes.
6. ¿Las naranjas son los alimentos más ricos en vitamina C?
La sabiduría de nuestras madres y abuelas, heredada de sus ancestros, les habían asegurado que la naranja tenía mucha vitamina C y que el zumo había que tomárselo rápidamente para que no perdiera estas propiedades. Aunque queremos mucho a nuestra madre, es hora de abrirle los ojos y explicarle que ni las vitaminas se evaporan ni la naranja o la miel nos van a curar los catarros. Existen muchos otros alimentos ricos en vitamina C menos conocidos, como por ejemplo, el pimiento, las acerolas, el kiwi o las grosellas negras, entre otros.
7. Yogur e intolerancia a la lactosa... ¿Incompatibles?
¿Sabías que hay intolerantes a la lactosa que pueden consumir yogur normalmente? En contra de lo que muchas personas piensan, dependiendo del grado de la intolerancia, la aceptación de cierta cantidad al día varía, sobre todo en el caso del yogur ya que en su proceso de elaboración los fermentos rompen la lactosa, por lo que disminuye su presencia y esto hace que cuando hay una intolerancia moderada se pueda llegar a incorporar a la dieta diaria hasta 12 gramos de lactosa, mejor de forma repartida. El yogur contiene únicamente 4 gramos de lactosa.
8. La fruta, mejor tal cual
Si alguna vez te has beneficiado de que tus padres te pelen la fruta (cuando eras más joven) y ahora o en un futuro piensas que harías lo mismo por tus hijos, debes saber que la fruta y la verdura es mejor consumirla sin pelar. Hablamos de alimentos como la manzana, la pera, el calabacín o la berenjena, entre muchos otros. Y es que la piel es la parte que contiene más nutrientes en casi todas las frutas y verduras, especialmente compuestos polifenólicos y fibra. Por eso debería ser suficiente con lavar bien con agua los alimentos vegetales para eliminar posibles restos de pesticidadas... ¡Y listo para comer!
9. Bajo en grasas versus bajo en calorías
Ojo cuando mires las etiquetas de los alimentos. Muchos de nosotros tendemos a pensar que aquellos que son light engordan menos o tienen menos calorías y no tiene por qué ser así. Muchos productos "light" o bajos en grasa contienen un alto nivel de azúcar o hidratos de carbono (normalmente se hace para compensar su sabor), y por tanto, a pesar de tener menos grasa, pueden contener las mismas calorías o incluso más, así que cuidado antes de pasarte a lo light sin más miramientos.
10. Las espinacas no tienen tanto hierro como crees
Lo sentimos, pero para ser como Popeye, vas a tener que hacer algo más que comer espinacas. ¿Sabías que el mito de que las espinacas tienen mucho hierro se debe a un error de un estudio de 1870 en el que olvidaron poner una coma decimal? Los resultados le otorgaron a esta verdura diez veces más cantidad de hierro de su valor real. La buena fama de las espinacas ya estaba creada y aunque más tarde se corrigió el error, aún hoy se cree que son una de las mayores fuentes de hierro.
Pese a que nos encantaría tener con un bote de espinacas la vitalidad de este mítico personaje, debes saber que nuestro cuerpo absorbe mucho peor el hierro procedente de los vegetales que el de los alimentos de origen animal, como por ejemplo el del hígado, la morcilla de sangre, la carne roja o los berberechos.
¡Ahora ya lo sabes! No busques productos extraordinarios ni fórmulas sobrenaturales para tener una alimentación saludable o perder peso. Cualquier nutricionista o médico te lo dirá: come de todo, de forma variada y sin excesos. Aquí te dejamos una lista con 50 deliciosos alimentos para que hagas un menú equilibrado y sano.
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Fuentes: estudio "Mitos en alimentación" del Dr. Francesc Casellas Jordá, Especialista de Aparato Digestivo de la Fundación Española del Aparato Digestivo.
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