Cuando termina el verano todo el mundo habla de depresión post-vacacional, de cansancio ante el nuevo curso o del horror de los madrugones pero, ¿qué tal si transformamos toda esa energía negativa en positividad? Si sientes que el estrés se ha vuelto a apoderar de tu vida, haz notas mentales de estos tips y aprende a controlarlo de forma sencilla y, sobre todo, efectiva. ¿Te animas a cambiar tu vida a mejor para siempre?
1. Positivismo 100%
Lo primero de todo es intentar retirar de tu mente los pensamientos negativos. Cuando te asalten frases en la mente como "no puedo más" o "estoy harta", coge esa rabia y elabora con ella un bonito recuerdo. La mente es un arma poderosa, y si empiezas a pensar que tú puedes con todo o a tomarte con una sonrisa la carga de trabajo, conseguirás rendir mucho más. Una buena idea es buscar una frase positiva cada día y apuntarla en tu agenda para hacerla tuya y que no se te olvide. ¡Aquí tienes unas cuantas citas inspiradoras del cine por las que empezar!
2. Aprender a respirar
La respiración es fundamental para eliminar el estrés. Muchas personas piensan que todo el mundo respira igual, pero lo cierto es que hacerlo de forma relajada y profunda, utilizando nariz para inspirar y boca para expirar y hacerlo así de forma consciente nos ayuda a sentirnos mejor, más tranquilas, a encontrar paz, a eliminar los nervios y, en definitiva, nos ayuda a terminar con el estrés. Pruébalo, ¡no falla!
3. Benditos móviles
El teléfono se ha convertido en una extensión de nosotras mismas y en contra de que algunos piensen que es para mal, nos puede ayudar muchísimo. Cuando sientas que no puedes más, relájate un poco escribiendo a tus amigas o pareja o utilizando alguna app específica que te ayude a eliminar el estrés. Una buena opción para ello es la app de Rituals, que incluye consejos y vídeos de yoga que te ayudarán a relajarte en cualquier momento y lugar.
4. Un jardín zen
¿Qué tal si pruebas a tener un jardín zen? A algunos no les parecen muy útiles, pero aparte de ser un elemento decorativo genial, son muy prácticos cuando necesitas cinco minutos de respirar tranquilamente y desconectar. Además, son baratos, ocupan poco espacio y puedes ponerlos hasta en el escritorio de tu trabajo (si es que trabajas en una oficina). Y si no, en cualquier rincón de la casa.
5. Parar para coger carrerilla
Cuando estés estresada, para 10 o 15 minutos. Levántate, haz otra cosa, tómate algún refresco o charla un rato con alguien. Muchas veces tenemos tanto que hacer que creemos que lo terminaremos antes si no paramos ni un segundo. Sin embargo, seguro que has comprobado en más de una ocasión que a veces esa situación lleva a la frustración y a atascarnos en nuestra tarea. Si quieres rendir más, ya sabes, ¡para de vez en cuando!
6. Música (tranquilita)
Cuando sufras un atasco, hayas tenido una reunión importante, tengas largas esperas en el metro o des un paseo después del trabajo, la música puede ser una gran compañía. Elabora una lista de canciones tranquilas (Sam Smith, The XX, Lana Del Rey, George Ezra, Metronomy...), de bandas sonoras o de música clásica. Conseguirás centrarte más y mejor sin el sonido a tu alrededor. Eso sí, si te decides por relajarte haciendo algo de deporte, te proponemos esta otra playlist de canciones motivadoras. También te servirá para despertarte por la mañana llena de energía y con fuerza para afrontar lo que te echen. ¡Disfrútala!
7. Cuida una planta
Cuidar una planta (o un cactus en el caso de los más despistados) es una buena forma de centrarte en algo diferente a tu trabajo de vez en cuando. Si trabajas en una oficina o en un sitio fijo, compra una pequeña planta, mímala, proyecta hacia ella pensamientos positivos y deja que crezca. Seguro que te sientes orgullosa cuando lo consigas y hace que logres olvidarte de todo los cinco o diez minutos que pierdas al día en cuidarla. Y si eres una amante de los animales... ¡Prueba con un par de peces en una pecera pequeña!
8. Cuida los elementos a tu alrededor
Volviendo a la oficina, si quieres olvidarte del estrés por un rato, ¿por qué no pones en tu escritorio una foto de tu familia o amigas? Seguro que te hace sentir bien cada vez que la miras. Una idea en este sentido es hacerte tú misma un calendario con fotografías, así cada mes verás una diferente y pensarás en esos buenos momentos que pasaste junto a tus seres queridos. Incluye también a su alrededor alguna vela (que se asocia a la tranquilidad) o alguna figurita decorativa a la que tengas cariño por algo en especial. Por cierto, mete también alguna foto en tu bolso o monedero, así podrás mirarlas en cualquier momento.
9. ¡Practica yoga!
Yoga, Reiki, Mindfulness, tai-chi... En los últimos años las técnicas de relajación se han puesto muy de moda tanto para ponerse en forma como para alcanzar la paz con uno mismo y con su entorno. Si quieres tener una vida más relajada, apúntate a alguna de estas saludables actividades y aplica lo que aprendas en tu día a día. Seguro que empiezas a vivir tu vida de una forma muy diferente y mucho más tranquila.
10. Capricho culinario
Cuando tengas un mal día, date un pequeño capricho culinario. Este punto es un poco controvertido, ya que no es bueno darse un atracón a comer después de un duro día de trabajo (asociamos ese momento a la felicidad pero nos hace ganar peso de forma innecesaria, ya que los problemas no se van de esta forma), pero tomarte una onza de chocolate a media mañana para acompañar una pieza de fruta te puede dar un extra de energía y una sensación de bienestar que puedes necesitar en ese momento.
En cualquier caso, llevar una vida equilibrada, sin excesos en tu alimentación y haciendo deporte de forma habitual nos lleva a ser más felices. ¡Sigue estos consejos para una vida más saludable!
11. La postura corporal también cuenta
La postura en la que trabajamos, en la que nos sentamos en el sofá o en la que dormimos también afecta a nuestro bienestar. Por ejemplo, dormir en una postura inadecuada provoca un mal descanso, rendir menos en el trabajo y sentirnos más crispadas. En la silla ocurre lo mismo: mantén la espalda recta, las piernas descruzadas con las rodillas mirando al frente y el borde de arriba de la pantalla del ordenador a la altura de la frente: así te evitarás dolores de cuello y espalda y te sentirás más cómoda, lo que te hará rendir mejor y disminuir el estrés.
12. Planes después del trabajo
Si solo te levantas, vas a trabajar y vuelves a casa a ver la tele un rato y dormir, tu nivel de estrés será mucho mayor que si haces algo diferente cada día. Y es que todo el mundo habla siempre de cuidar a sus parejas rompiendo la monotonía pero, ¿qué hay de romper la monotonía contigo misma? Haz un plan con tus amigas, date un baño relajante, hazte un ritual de belleza con aceites y cremas, ve a alguna exposición o al cine... Las posibilidades son infinitas: sorpréndete a ti misma y aprenderás a descargar tu nivel de estrés cada vez que termine la jornada. ¡Disfrútate!
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Fuentes e informaciones en la web de la SEAS, Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.