El cáncer de mama puede afectar a una zona localizada de la mama, a la mama completa o a ambas mamas. En muchos casos someterse a una extirpación de la zona afectada suele ser el primer paso en el tratamiento del cáncer de mama. De esta manera se persigue que el tumor no siga creciendo. Muchas mujeres alrededor del mundo han tenido que extirpar alguno de sus pechos, por lo que su figura se ha visto modificada, y una cicatriz les recuerda lo que han pasado. Mujeres como Katrina Haikala y Vilma Metteri, no quieren que quienes hayan salido de esta enfermedad se escondan, y por ello han creado esta original línea de baño, adaptada a las supervivientes del cáncer de mama.
Normalmente, cuanto antes se detecte el tumor, más pequeño es la zona de tejido a extirpar y es más probable que se pueda conservar el pecho y retirar únicamente la zona cancerosa. Hoy en día, los avances en los tratamientos son constantes y cada vez se ofrecen alternativas más personalizadas.
En caso de cáncer de mama, las opciones de cirugía suelen ser las siguientes:
- Tumorectomía. En esta cirugía se retiran el tumor y el tejido circundante sano. De esta manera se conserva la mama después de la ablación de la zona cancerosa. Para preservar al máximo la forma del pecho, las técnicas quirúrgicas han ido evolucionando. La oncoplastia asocia técnicas de la cirugía cancerológica y plástica.
- Cuadrantectomía. En este tipo de cirugía se extirpa el cuadrante completo donde se localiza el tumor. También es un tipo de cirugía conservadora porque el paciente conserva parte de la mama.
- Mastectomía. Es la cirugía más agresiva. Se suele retirar todo el tejido mamario con el objetivo de eliminar cualquier resto de tejido con células cancerosas.
Sea cual sea el tipo de intervención, normalmente debe realizarse la extirpación de los ganglios axilares (linfadenectomía axilar). En muchos casos las cirugías de cáncer de mama se suelen combinar con cirugía plástica que permite recontrucción de la mama en el mismo momento de la intervención. Cada caso es diferente y hoy en día se busca ofrecer un tratamiento cada vez más personalizado y que se adapte al caso concreto de cada mujer. En muchos casos la intervención se realiza una vez que la paciente se ha sometido a varias sesiones de quimioterapia.
Mastectomía: extirpación de la mama
Una mastectomía es la extirpación total de la mama, incluidos el pezón y la piel. Esta intervención es más agresiva que la tumorectomía porque se retira una parte más amplia de tejido.
- La mastectomía radical modificada suele ser la técnica más empleada dentro de este tipo de internaciones. Durante esta cirugía se eliminan tanto la mama como los ganglios axilares.
- La mastectomía radical no se considera actualmente la opción más indicada porque las mujeres suelen presentar complicaciones y efectos secundarios como cambios en la imagen corporal, problemas de movilidad en el miembro superior, edema o dolor, por ejemplo.
Existe la posibilidad de que sea necesario un tratamiento adicional con radioterapia, hormonoterapia o quimioterapia tras la mastectomía, aunque esto ocurre en un porcentaje bajo de pacientes. La mayoría de las mujeres se recupera bien después de someterse a una mastectomía. Si en durante el mismo ingreso se realiza la reconstrucción de la mama el tiempo de ingreso suele alargarse un poco más.
¿Qué es una mastectomía preventiva?
La mastectomía preventiva es una cirugía en la que se extirpan una o las dos mamas con el objetivo de reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Esta medida está indicada únicamente en algunos casos concretos.
Tumorectomía: retirada del tumor
Una tumorectomía es una cirugía conservadora en la que se retira el tumor respetando lo más posible la forma del pecho y el pezón. Se practica cuando se trata de pequeños tumores, de menos de tres centímetros. Según el criterio del oncólogo, este tratamiento conservador también puede realizarse en tumores ligeramente más grandes, pero siempre que no excedan los cuatro o cinco centímetros para evitar que la mama quede desfigurada en exceso. También se extirpa parte del tejido circundante sano.
Durante esta intervención se suelen extirpar también los ganglios axilares si fuera necesario. Dependiendo de la accesibilidad se suelen extirpar entre 10 y 40 ganglios linfáticos. Es preciso conocer si el tumor se ha diseminado a los mismos o no, ya que el plan terapéutico posterior variará en función de ello. Así pues la linfadenectomía axilar se considera, en parte, un procedimiento diagnóstico.
La tumorectomía es el primer paso en el tratamiento del cáncer de mama. Suele continuarse con sesiones de radioterapia, hormonoterapia y/o quimioterapia en función de las características del tumor y de los ganglios afectados. Según indican desde la Asociación Española Contra el Cáncer (aecc), “la tendencia actual es que cada vez se emplee más la cirugía conservadora para el tratamiento del cáncer de mama”.
Las complicaciones que pueden presentarse son las propias de cualquier intervención quirúrgica. Es posible sentir dolor, que se presenten problemas en la cicatrización, alteraciones sensitivas, seroma, linfedema, limitación del movimiento del hombro o una trombosis linfática superficial.
Técnica del ganglio centinela
Cuando un tumor en la mama se desarrolla, una o más células cancerosas pueden migrar, llegar a la circulación linfática y colonizar un ganglio. Se denomina ganglio centinela al primer ganglio que se ve afectado por el desarrollo de un cáncer.
La presencia de metástasis en los ganglios es un criterio importante para juzgar la necesidad de tratamientos complementarios o la necesidad de extirparlos y realizar un vaciamiento axilar con la que se extraiga un buen número de ganglios a fin de analizarlos para buscar una posible metástasis.
Sin embargo, muchas mujeres que padecen un tumor pequeño (no superior a los tres centímetros) se someten a un vaciamiento ganglionar completo, aunque no exista metástasis. En estos casos, las mujeres pueden sufrir un linfocele, lifoedema o disminución de la movilidad del hombro como efectos adversos.
- Si el ganglio analizado da negativo se supone que no hay células cancerosas y no será necesario hacer el vaciamiento axilar preventivo.
- Si los resultados de la prueba indican que el ganglio analizado es positivo será necesario hacer un vaciamiento axilar preventivo.
Recontrucción de la mama
Después de someterse a una mastectomía o extirpación de la mama, muchas mujeres deciden recontruirse la mama. Volver a tener pecho después de una intervención de este tipo suele tener un impacto emocional muy positivo en las mujeres con cáncer.
La reconstrucción de la mama se puede realizar durante la misma intervención de extirpación de la mama o bien posteriormente. Muchas mujeres deciden reconstruir la mama en el mismo momento de la cirugía. En otros casos está indicado posponerlo hasta que se haya terminado con todo el proceso de tratamiento. Para estas mujeres existe la posibilidad de colocar una prótesis mamaria externa, realizada con un gel de silicona.
Las opciones disponibles para reconstruir el pecho varían de una mujer a otra. No siempre están indicadas todas las opciones y lo mejor es hablar con el médico para poder encontrar la mejor opción. Las alternativas más comunes son colocar un implante mamario detrás del músculo pectoral o hacer un implante con los músculos y la piel del propio paciente.
Más información: Asociación española contra el cáncer
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