¿SabÃas que las arrugas de las personas fumadoras no tienen nada que ver con las arrugas de los ‘no fumadores’? En el caso de los fumadores, las arrugas son más estrechas y profundas debido a la diversidad de componentes quÃmicos que se encuentran en el tabaco
Si estabas pensando en dejar de fumar y no sabÃas cómo, quizás este artÃculo te de ese empujoncito que te faltaba para comenzar tu nueva vida alejada del humo, los malos olores y las múltiples enfermedades a las que puede conducirte el consumo de tabaco. Trastornos dermatológicos, envejecimiento prematuro de la piel o aumento en la aparición de arrugas son solo algunos de los efectos negativos que harán que te decidas de una vez por todas a abandonar ese nocivo y dañino vicio.
Todos sabemos que fumar es malo para los pulmones -el alquitrán termina en tus pulmones fomentando el desarrollo de células cancerÃgenas- pero según los dermatólogos, fumar puede afectar a tu piel de 5 maneras diferentes:
- Fumar causa arrugas y lÃneas de expresión, ya que contrae los vasos sanguÃneos y provoca deficiencias de oxÃgeno, es decir, al no llegar suficiente oxÃgeno y nutrientes a nuestro tejido conjuntivo cutáneo, lo que provoca daños irreparables en nuestro cuerpo y disminución en la cantidad y calidad de colágeno y elastina.
- Fumar afecta a la circulación sanguÃnea, lo que provoca manchas e hiperpigmentación, de hecho, un efecto cosmético directamente relacionado con el tabaco es la pigmentación amarilla que éste provoca alrededor de los dedos, de los dientes o incluso del cabello.
- Fumar ralentiza la cicatrización de las heridas en nuestra piel. El humo del tabaco disminuye la oxigenación de los tejidos afectando a la nutrición de la piel, es decir, los vasos sanguÃneos se estrechan en los fumadores limitando el paso de oxÃgeno por la sangre y haciendo asà que la piel tarde mucho más tiempo de lo normal en regenerarse.
- Fumar hace que tu piel sea más sensible a los rayos UV, lo que aumenta el riesgo de cáncer de piel, ¡es más! Los fumadores con diagnóstico de melanoma tienen peor pronóstico que las personas que nunca han fumado.
- Fumar provoca que nuestra piel se deshidrate y tenga un aspecto apagado, áspero y quebradizo haciendo que nuestro cutis parezca más envejecido y pálido.
Además del envejecimiento de la piel o el cáncer de piel existen otras enfermedades estrechamente relacionadas con el tabaco, como la psoriasis, la alopecia, el eczema crónico de manos, la hidradenitis supurativa, infecciones genitales como el papiloma humano, etc. Asà que no lo pienses más y súmate a la vida sana, coge tu paquete de tabaco, mÃralo fijamente por última vez y despÃdete con un: ‘’hasta nunki’’, será como aquel novio que tanto te hizo sufrir para luego acabar dejándote por la chica que más odiabas de clase; al principio te dolÃa y seguro que pasaste muchas tardes con la lista de reproducción de Andy & Lucas en bucle, pero con el tiempo acabaste dándole las gracias por haberse apartado de tu vida. Pues con el fumeque lo mismo ¿Un cutis envidiable o una cara arrugada como una pasa? ¡Está en tus manos!
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