Cualquiera que se haya enamorado sabe que el amor tiene cierto componente de sufrimiento. Ya sea por el temor a perder a la persona amada o porque la relación no marche como nos gustaría, lo que está claro es que no todo es perfecto, romántico o vivir todo el tiempo en una nube.
Lo que hay que diferenciar, sin embargo, es si el tipo de sentimiento desagradable que una relación nos puede proporcionar en un momento dado es razonable o no, porque es muy distinta la infelicidad temporal que pueden causar algunas de estas inquietudes que la que produce una relación que no te llena.
A continuación vamos a ver qué señales pueden darte una pista acerca de la naturaleza de tu relación, para que puedas tomar decisiones al respecto. Aunque tendemos a no mirar de frente a las situaciones dolorosas, casi siempre es mejor aceptar la realidad y dejar de autoengañarse.
Lo que caracteriza a una relación sana
Para dejar bien claro el contraste, empezaremos por los aspectos que caracterizan a una relación sana y que funciona. Cuando la persona que has elegido es la correcta y tus sentimientos son verdaderos, lo primero que te importa es su felicidad, y conseguirla se convierte en una prioridad para ti.
En cuanto a lo que te produce estar con ella, no entraremos en los tópicos acerca de las mariposas en el estómago o la química. Todas esas son sensaciones temporales que aparecen como consecuencia de las reacciones que tu cuerpo experimenta. Lo que principalmente has de valorar para calibrar si estás en una relación sana es si experimentas gratitud hacia tu pareja. Este es el factor decisivo que marca que una relación está transcurriendo por el buen camino.
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Las señales que deben hacer que te replantees tu relación
Sin embargo hay señales que aunque puedan resultar evidentes, acostumbramos a ignorar para no afrontar la realidad de una relación que va cuesta abajo. Si en lugar de estar impaciente por volver a casa retrasas el momento con cualquier excusa, si dejas mensajes suyos sin responder por cualquier motivo y luego te toca disculparte, o si te cuesta imaginarte un futuro con esa persona, tu subconsciente te está diciendo que ahí no es.
De hecho, muy probablemente ya lo sepas en tu fuero interno, porque la intuición es una herramienta muy poderosa que pocas veces nos lleva por mal camino. Pero tal vez no has tenido el valor todavía de aceptar una realidad tan dolorosa como que, esa persona de la que un día te enamoraste, no es la adecuada para ti.