Si ya pasas de los 30 y quieres rehacer tu vida sentimental con una nueva pareja tienes que saber que tus mayores opciones de éxito no están en locales nocturnos. Esto, que quizás ya suponías por ti misma, ahora lo ha confirmado un estudio publicado en la revista Science Direct que profundiza en el modo en que las personas se conocen e inician relaciones entre sí.
No se trata de que los bares y discotecas no funcionen, sino más bien en el tipo de relaciones que surgen de esos encuentros. Precisamente por la facilidad que conlleva ligar en ellos, la mayoría de personas que acuden a este tipo de locales no lo hacen con la mentalidad de crear algo a largo plazo, sino más bien como un entretenimiento pasajero. Y claro, así es complicado que pueda surgir nada serio.
Ligar por internet
Aunque en un principio eso de “ligar por internet” se veía como una excentricidad, se ha normalizado de tal forma que ahora hay una mayoría de gente que no se plantea hacerlo de otro modo. Las páginas de citas eliminan gran parte de la fricción que supone el posible rechazo, y nos permiten demostrar interés por otras personas sin que nuestra autoestima se vea demasiado expuesta a ser dañada.
Pero todavía hay un grupo de gente que se niega a utilizar este tipo de plataformas y prefiere algo más casual. Y lo que dice este estudio es que a partir de cierta edad (más de 30), las mayores posibilidades de éxito a la hora de encontrar pareja se encuentran en acudir a actividades presenciales que nos permitan establecer un primer contacto con otras personas que tengan inquietudes similares.
Por qué funciona esta estrategia
Pueden ser talleres de cocina, de manualidades, charlas sobre cine...cualquier actividad lúdica que se lleve a cabo en grupo es la excusa perfecta para poder conocer a personas que nos atraigan y acercarnos a ellas. Esta estrategia funciona muy bien en gran medida porque permite una primera toma de contacto basada en una afición en común, lo que ya es un punto que juega a favor.
Pero además de que el entorno invita a relacionarse con otros con los que que ya compartes algún tipo de inquietud, ese primer contacto se vive sin la tensión que acompaña un acercamiento con connotación sexual. Las personas interactúan en un entorno más relajado y sin expectativas, por lo que pueden desarrollar relaciones más naturales y mostrarse como realmente son, sin tratar de impresionar a nadie.
Nada de esto garantiza que el chico que te guste vaya a caer rendido a tus pies, pero al menos pone las bases para construir una relación que pueda evolucionar a algo más serio y que tenga futuro.
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