Según afirma María Esclápez, no hay un plazo de tiempo concreto en el que podamos asegurar que alguien está preparado para volver a iniciar una relación. Cuando anteriormente se ha fracasado, suele quedar un poso de desilusión que en unas personas dura más que en otras. Por eso la decisión de iniciar una nueva historia es tan personal. Solo tú puedes saber si las anteriores heridas han cicatrizado o no.
Para ayudarte a decidir en este sentido, sus recomendaciones son claras. Debes analizarte en profundidad y evaluar si de verdad te encuentras en una situación de equilibrio en tu vida personal. Todo lo que implique carencias o tener sentimientos de trsiteza, dolor o necesidad son indicativos de que no has alcanzado ese punto.
Pasado y futuro
Básicamente lo que recomienda la psicóloga es que te sometas a un proceso de auto análisis y te respondas sinceramente a una serie de preguntas importantes que te darán una perspectiva realista de si estás o no preparada para embarcarte en una nueva aventura sentimental.
¿Te sientes a gusto estando sola? ¿O por el contrario esa soledad te genera ansiedad y buscas desesperadamente una compañía que elimine esa sensación? ¿Te aterroriza que te vuelvan a herir o eres consciente de que pueden volver a hacerlo pero aún así piensas que merece la pena arriesgarse? ¿Te sientes con capacidad de amar y ser amada y tus expectativas respecto a una pareja son realistas?
Estas y otras cuestiones son las que te permitirán identificar si tienes claras tus necesidades y límites, a la vez que te darán un diagnóstico de tu situación emocional. Como ya hemos mencionado, cuanto más equilibrada sea tu situación, mejor preparada estarás para involucrarte sentimentalmente, y cuanto más vulnerable, enfadada o herida te sientas por el pasado, menos opciones de éxito tendrás si te lanzas.
Aprender equivocándose
Al margen de esto, la psicóloga cree que nunca estamos preparados al 100%, porque con cada relación evolucionamos y aprendemos de la experiencia. Y en este sentido indica que no hay otra forma de vivir este proceso que involucrándose en una relación.
En otras palabras. Puede que estés preparada o puede que no. Pero lo que no admite duda es que solo a base de experimentar lograrás acercarte cada vez más a ser esa persona que está lista para establecer una relación definitiva. Ahora bien, nadie más que tú puede saber cómo los posibles daños colaterales de una relación fallida pueden afectarte de cara al futuro, y este es un punto importante de cara a tomar la decisión.
Si te consideras una persona fuerte, capaz de recuperarse de los golpes de la vida, tal vez no estés totalmente preparada para una nueva relación, pero si ésta fracasa, habrás adquirido más experiencia y las consecuencias no serán tan graves. Por el contrario, quienes tardan mucho en sanar sus heridas no deberían dar el paso hasta haber completado ese proceso de sanación. En estos casos, la experiencia y la sabiduría que puedas obtener de un fracaso amoroso no compensará años de dolor y sufrimiento posteriores.
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