Para los que tienen el gusanillo de hacer pan sin atreverse a tirarse a la piscina, esta receta es estupenda para estrenarse, ¡os lo aseguro! Es muy sencilla, se compone de pocos ingredientes y se resuelve sola. Queda, además, un pan delicioso para servir como aperitivo, cena, de acompañamientos a ensaladas, risottos o verduras.
Podéis emplear la harina que más os guste: integral, de espelta o incluso de maíz libre de gluten y poner por encima los ingredientes que prefiráis. Por ejemplo, puede ser romero, tomillo u orégano frescos, trozos de queso. Otra opción es hacer focaccias dulces con trozos de fruta o regada con un hilo de chocolate. El mejor secreto es usar productos de temporada y de proximidad para que el sabor sea auténtico, como los que puedes encontrar en ¡La Colmena que Dice Sí!
Ingredientes (para 4 personas):
- 250 g de harina de fuerza
- Un sobre (7 gramos) de levadura seca de panadero
- 160ml de agua templada
- 25 ml de aceite de oliva
- Un puñado de olivas negras
- Un puñado de tomates secados al sol
- Una pizca de sal gorda
- Dos ramitas de romero
Modo de elaboración:
Primero, mezclamos en un bol la harina con la levadura y la sal. En otro el aceite y el agua templada. Después, hacemos un volcán en el centro de la mezcla de harina y vertemos los líquidos. Con una espátula o mejor, ¡con las manos! mezclamos bien. Cuando tengamos una masa formada pero con textura pegajosa pasamos a una encimera ligeramente enharinada y amasamos tranquilamente durante 10 minutos, hasta obtener una masa tersa, elástica pero no pegajosa.
Con ella, formamos una bola que ponemos en un bol enharinado, cubrimos con papel film y dejamos reposar una hora a temperatura cálida en un lugar sin corrientes. Pasado ese tiempo precalentamos el horno a 200ºC calor arriba y abajo. Tras esto, sacamos la masa del bol y sin desinflarla mucho la extendemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. La extendemos con los dedos, dejando 1 cm de grosor.
Tras esto, pinchamos la masa con nuestros dedos haciendo hoyos por toda la superficie, y en estos ponemos los tomates secos y las olivas. Espolvoreamos con el romero, la sal gorda y un chorro de aceite de oliva y dejamos que repose otros 10 minutos hasta que el horno haya alcanzado la temperatura.
Por último, horneamos a 200ºC durante 20 minutos hasta que veáis que se ha formado una costra de pan que se ha dorado ligeramente. Sacamos del horno y volvemos a verter por encima otro chorro de aceite de oliva. Y... ¡Lista para disfrutar!
Y si eres una apasionada de la comida italiana, estamos seguras de que te encantará tomar nota de estas ideas:
Artículo elaborado en colaboración con Verónica Pérez, que participa en el proyecto de ¡La Colmena Que Dice Sí! como Responsable de la Colmena de Tetuán (Madrid)
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