De todas las modas foodies que han llegado a nuestros oídos en los últimos meses, esta es, probablemente, la menos descabellada de todas ellas. Si existen algunas variedades de té, como el negro, que combinan a la perfección con la leche, ¿por qué no probar con una suave espuma de queso? Al fin y al cabo, ambos son lácteos, ¿no?
Esta tendencia ha llegado desde Taiwán y ya se ha extendido por toda Asia. No sabemos si convencerá a los exquisitos paladares ingleses, fieles a la hora del té más tradicional, pero desde luego nosotras no diríamos que no a probar uno de estos combinados:
Esta espuma ligera de queso que nos recuerda a la de nuestras cañas, está pensada para equilibrar el amargor de algunos tipos de té. De esta forma, no será necesario añadir ningún tipo de edulcorante a la bebida. De hecho, cuentan los expertos que el secreto podría estar en probar una cucharada abundante de queso crema y después bebernos el té, dejando que la espuma se quede en la parte superior. Por último, cuando nos quede el final del vaso, mezclaríamos ambos ingredientes y nos dejaríamos lo mejor para el final. No pinta nada mal, ¿verdad?
Y, ¿por qué no terminar con una apetitosa receta con queso?
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