Es un momento distendido que no hay que pasar por alto. Cuando van llegando los invitados al salón o restaurante donde se va a celebrar el banquete es conveniente tener preparado un suculento aperitivo para ir abriendo boca y reponer fuerzas tras la ceremonia. Generalmente los novios tardan en llegar y es el momento perfecto para que los invitados charlen unos con otros y se coloquen después en sus correspondientes mesas.
Es muy importante que cada plato tenga la decoración adecuada. Ni demasiado sobrecargado, ni muy ligero. Aquí te dejamos algunas ideas para tenerlo en cuenta a la hora de decorar tu menú de boda.
¿A quién invitar?
Esta recepción suele anteceder a la comida y es la transición entre la ceremonia y la gran celebración. Además, es la ocasión perfecta para reunir alrededor de una copa de cava y algunos canapés a todos los invitados. Es una buena forma para que tus compañeros de trabajo, vecinos, amigos y familiares interactúen y vosotros, ya recién casados, podáis pasar un momento distendido con ellos después de los nervios de la ceremonia. Además, será el momento adecuado para hacer las pertinentes presentaciones e indicar en qué mesas debe colocarse cada uno.
¿Dónde organizarlo?
La mejor opción es hacer el aperitivo en el mismo lugar que la comida o la cena, preferiblemente en un exterior. Si el lugar donde vais a celebrar el banquete cuenta con jardines, patios o porches ¡será perfecto! Se puede preparar un buffet informal previo a la comida o cena o un catering en el que los camareros vayan ofreciendo algo de picar a los invitados mientras disfrutan de un momento de charla informal.
¿Cuánto dura?
No hay un tiempo predeterminado, pero por lo general no se debe extender más de un par de horas, sino el resto del banquete puede resultar demasiado pesado. Este margen de tiempo será suficiente para que todos vayan llegando a la celebración y de tiempo a que se produzcan las primeras interacciones entre los novios y los invitados. Si el aperitivo es excesivamente copioso y este momento se alarga demasiado, se corre el riesgo de que los asistentes estén saciados cuando se sienten en la mesa.
¿Qué servir?
Lo más recomendable es servir aperitivos sencillos y de bocado, pensando en la comodidad de los invitados, que estarán de pie disfrutando del cóctel. Es preferible intercalar aperitivos fríos y calientes, y deberéis tener en cuenta la época del año en la que se celebra la boda para sacar el máximo partido a los alimentos de temporada. Deja atrás los aperitivos obsoletos, hay muchas opciones creativas y deliciosas que combinan diseño y nuevos sabores que sorprenderán a tus invitados. Debemos contar unas diez piezas por cabeza, no se debe sobrecargar de comida, ya que sólo es un tentempié previo a la comida principal. Te damos algunas ideas que, seguro, triunfarán.
- Pan relleno de sorpresa
- Canapés de distintas formas y colores
- Crudités
- Hojaldres al horno
- Paquetitos de filo
- Detalles salados con pimiento rojo
- Vasitos de cristal con distintas salsas y cremas
- Cucharitas individuales con marisco (pulpo, gambas, langostinos, etc.)
- Nunca podrá faltar la apuesta segura: jamón ibérico recién cortado por un buen profesional y una tabla de quesos curados de calidad.
El aperitivo debe estar acompañado por bebidas de todo tipo al gusto de todos los asistentes, por lo que habrá que intercalar bebidas con y sin alcohol. No deben faltar botellas de agua, bebidas refrescantes, cerveza y vino blanco y tinto.
Recuerda que la celebración girará en torno a vosotros. Hay algunas parejas que aprovechan el momento del cóctel para hacerse el reportaje fotográfico, pero lo ideal sería que estuvierais presentes en el momento del aperitivo, ¡todos estarán deseando charlar con vosotros! Vuestra participación es esencial para que todo el banquete sea un éxito.
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