Con el mundo de las supersticiones ocurre lo del dicho "para gustos, los colores". Evitar a los gatos, repetir los mismos gestos una y otra vez o ponerse orejas de elfo - aunque esto último forme parte de la rumorología hollywoodiense - constituye la leyenda del éxito de los famosos. Hay quienes buscan la eterna juventud, quienes imploran a la victoria y quienes simplemente, retan a la mala suerte.
Sus propias supersticiones y amuletos
¿Acaso creías que un hombre como Gabriel García Márquez no tenía sus propias supersticiones? Parte del trabajo de ser una estrella reconocida internacionalmente depende de lo original que seas. Puedes optar por ser como Axl Rose y no tocar en ninguna ciudad cuyo nombre empiece por 'M', o también puedes seguir el económico ejemplo de Collin Farrell y Patrick Dempsey. Colin lleva siempre los mismos calzoncillos el primer día de un rodaje y Patrick sólo viaja si sus viejas zapatillas Puma lo acompañan.
Algo muy común en el mundo de la fama es seguir los consejos que de la gente que entiende. Por ejemplo, Jennifer López, después de romper su compromiso con Ben Affleck, quemó su vestido de novia como le aconsejó una vidente. Si sois seguidoras del fútbol, seguro que alguna vez os habíais fijado en que Iker Casillas siempre llevaba las medias del revés. Bien, pues más allá de una manía, el portero seguí una recomendación de un gitano que le dijo que este gesto le traería buena suerte. Cuando Iker dejó de hacerlo, se lesionó y su suerte cambió radicalmente.
Pero es que, aunque no lo creas las celebrities tienen los mismos miedos que nosotros. Imagina tener miedo a volar y convertirte en una estrella de fama internacional. Pues esto mismo es lo que le ocurre a Jennifer Aniston y por ello, justo antes de entrar en un avión, lo toca por fuera y entra primero con el pie derecho. Megan Fox por su parte, tiene su propio ritual viajero. La actriz se pone a escuchar Britney Spears y consigue volar sin problema.
Como te decíamos, hasta el propio Gabriel García Márquez tenía sus supersticiones y, nunca dejó que se publicase una biografía sobre él mientras estuvo vivo. El escritor creía que se trataba de un llamamiento a la muerte. Y es que cuando uno tiene una creencia, es muy complicado quitársela. Sin ir más lejos, el gran James Bond, es decir, Sean Connery, siempre que va a rodar, prefiere que el plató esté cerca de un campo de golf porque según él, esto le traerá buena suerte a la película.
Por supuesto, existen otro tipo de supersticiones más normales, aunque poco comunes. Isabel Preysler no sale de casa sin haberle dado 7 vueltas al anillo que siempre lleva, Taylor Swift hace que su número de la suerte, el 13, nunca la abandone, pintándoselo siempre en una mano. La fallecida Audrey Hepburn o el australiano Geoffrey Rush coinciden en superstición, concretamente en la de llevar un amuleto. Mientras la protagonista de Desayuno con diamantes siempre llevaba su figurita de Oswald the lucky rabbit (algo así como el primo afortunado de Mickey Mouse), el actor nunca sale a escena sin su figurita de el pato Lucas.
Y es que claro, usar amuletos es algo muy común, Cameron Díaz tiene uno para no envejecer, Richard Gere utiliza cristales con propiedades y Cuba Gooding Jr. siempre lleva uno consigo aunque nadie sabe cuál es. Helen Mirren y Leighton Meester prefieren amueltos más chic, Leighton acude a los eventos importantes con unos tacones de Marc Jacobs y Helen va a todas las entregas con los mismos tacones, unos salones cuyo precio no superaba los 50 dólares.
Repetir las acciones que un día nos llevaron a la gloria, es otra buena opción. Enrique Iglesias siempre juega al billar antes de cada concierto y Keith Richards siempre come un típico guiso británico cuando está en gira, eso sí, él debe ser el que trinche la comida, no vaya a ser que el "mal fario" le persiga en el escenario. Pero para rara, rara, la manía de Heidi Klum. La supermodelo lleva consigo sus dientes de leche... No encontramos explicación alguna para esta extraña superstición.
Los más tradicionales
El gran tenor italiano, Luciano Pavarotti jamás viajaba un martes 13 o un viernes 13, Emma Roberts huye de las escaleras, Missy Eliott de los gatos negros, Rihanna del color amarillo en los camerinos y Juanes, de todo lo que tenga que ver con la mala suerte en general. Hay ciertas supersticiones que, aunque puede que desconozcas, son más comunes de lo que crees en el mundo de la interpretación. Ningún actor que se precie, se atreve jamás a decir "Macbeth" en un teatro, algo que Rainn Wilson cree profundamente y que James McAvoy contradice tanto que, cada vez que tiene la oportunidad de pisar un escenario, repite el nombre del personaje a modo de empoderamiento.
Pero McAvoy no es el único que se ríe de las supersticiones. Christian Bale tienta a la suerte pasando siempre que tiene oportunidad, por debajo de unas escaleras. Lo mismo ocurre con todas esas actrices que se atreven a vestir de amarillo para acudir a entregas de premios. Alicia Vikander es un ejemplo y se llevó el Oscar cuando vistió de amarillo así que, puede que haya llegado el momento de romper con algunas supersticiones. Puede que la mejor solución sea hacer como Penélope Cruz y frotarse la cabeza para alejar los malos espíritus... A ella le ha ido de maravilla y, si no, siempre puedes tocar madera como hacen Paris Hilton o Benicio del Toro, que nunca sale de casa sin su anillo de madera para estar siempre protegido.
En el deporte
Pero si en algo hay supersticiones y leyendas es en el mundo del deporte. Cristiano Ronaldo entra al terreno de juego dando un salto, Ronaldo Nazario siempre lo hacía con el pie derecho, algo muy extendido en el mundo del fútbol y David Beckham, fiel a si mismo, estrenaba en cada partido zapatillas y calzoncillos... Un chico con dinero.
John Terry, el eterno capitán de la selección inglesa de fútbol, llevó durante más de 10 años las mismas espinilleras, pero ahí no queda la cosa, John también seguía la misma rutina antes de cada partido, escuchaba el mismo disco de Usher sentado en el mismo asiento del autobús que le llevaba al estadio. Otro que repite un ritual antes de un gran partido es Pepe Reina, que siempre llena el depósito de su coche en la misma gasolinera cercana al campo de fútbol.
Pero no sólo hay supersticiones en el mundo del deporte rey, el gran Michael Jordan (cuyo eterno dorsal, el 23 es objeto de culto y de buena suerte entre los deportistas) no salía a la cancha si debajo de su equipación no estaban sus calzones azules de la universidad de North California donde comenzó su carrera. Sí, imaginarse el estado de dicha prenda es un poco asqueroso. Algo parecido debe ocurrir con la camiseta roja de Tiger Woods, la cual se pone todos los domingos para atraer a la buena suerte, o con los calcetines de Serena Williams que sí, se pone cada vez que tiene un torneo importante.
Y para terminar con este repaso de supersticiones, volveremos con el eterno miedo al color amarillo el cual, traspasa las fronteras del espectáculo y ha llegado incluso al fútbol. El seleccionador de fútbol Luis Aragonés, tenía tanta manía al color que, cuando vio que la segunda equipación de la selección española de fútbol era amarilla, hizo que se cambiara por el color dorado... Curioso, ¿verdad?
* Por cierto, la de las orejas de elfo es Cate Blanchett.
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