La princesa de Gales, convaleciente de una misteriosa "cirugía abdominal", se perderá una cita que, para ella, no solo es una fiesta del cine, sino que también guarda un amargo recuerdo.
La sombra de la infidelidad
El año pasado, los BAFTA fueron escenario de una poderosa imagen: Kate y Guillermo, unidos y sonrientes, acallando con su complicidad los rumores de una infidelidad por parte del príncipe con Rose Hanbury, una ex amiga de la pareja. Kate, enfundada en un deslumbrante "vestido de venganza" de Alexander McQueen, se convirtió en la reina de la noche, dejando claro que su matrimonio era más fuerte que nunca.
A diferencia de la reina Letizia, quien no suele asistir a los Goya, Kate siente una verdadera pasión por el cine. Desde 2017, ha acompañado a Guillermo en la alfombra roja de los BAFTA, convirtiéndose en un ícono de estilo y elegancia.
La princesa se recupera en Sandringham junto a sus hijos, mientras Guillermo, presidente de honor de la Academia Británica de Cine y Televisión, asistirá solo. La recuperación de Kate Middleton es una incógnita, lo que deja en el aire su asistencia a futuros eventos públicos. Sin embargo, una cosa es segura: su presencia siempre deja huella, ya sea en la alfombra roja o en cualquier otro escenario.
¿Qué nos deparará la noche de los BAFTA? Sin duda, será una edición llena de ausencias, incógnitas y simbolismos. El mundo estará pendiente de cada detalle, buscando respuestas en las miradas, los gestos y la elección de vestuario.
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