Ella y el Rey Felipe VI viajaron a Barcelona para la inauguración de la Torre Puig-T2, un evento que combinaba dos de las grandes pasiones de Letizia: la moda y sus hijas.
La relación entre la Reina y las marcas bajo el paraguas de Puig no es solo comercial, es una historia de amor por la moda y la sofisticación. Desde los emblemáticos diseños de Carolina Herrera hasta las creaciones vanguardistas de Jean Paul Gaultier, el armario de Letizia es un reflejo de su buen gusto y su conexión con las tendencias más actuales.
Durante la visita a la nueva sede corporativa de Puig, Letizia recorrió los diferentes espacios que albergarán innovación y creatividad. Desde los laboratorios de formulación de fragancias hasta el FabLab, un espacio dedicado a la creación de diseños innovadores, la Reina mostró su interés en el mundo de la belleza y la moda más allá de su papel institucional.
Un 'total look' negro con un significado especial
Para la ocasión, la Reina escogió un 'total look' negro de estreno que no pasó desapercibido. Se trataba de un traje brocado del diseñador belga Dries Van Noten, firma que forma parte del grupo Puig, al que pertenece Carolina Herrera, una de las marcas favoritas de Letizia.
Los pantalones, entallados y de corte clásico, alargaban la figura de la Reina. Y como toque final, unos salones negros de Carolina Herrera con un tacón cómodo y femenino.
En los últimos meses, la reina ha lucido en numerosas ocasiones diseños de Carolina Herrera, Paco Rabanne y otras firmas del conglomerado catalán.
Un guiño a sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, a través de los pendientes, con forma de flores de jazmín, una de las flores favoritas de la Reina.
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