Desde su icónico papel en "Titanic" hace 25 años, Kate Winslet ha sido una figura constante en la pantalla grande, acumulando 7 nominaciones a premios Oscar, BAFTAs, Globos de Oro, premios SAG y Emmy. Pero su viaje no ha estado exento de desafíos y obstáculos, especialmente cuando se trata de la percepción de su cuerpo y su capacidad como actriz.
La película Lee, dirigida por Ellen Kuras y protagonizada por Winslet, se proyectará en festivales este otoño.
En una entrevista con la revista Vogue, Winslet compartió cómo tuvo que lidiar con la condescendencia de algunos ejecutivos masculinos mientras buscaba financiamiento para su proyecto. Algunos incluso minimizaron la importancia de "Lee", tratándolo como si no fuera tan relevante como una película dirigida por un hombre. Incluso le preguntaron por qué se suponía que los inversores debían interesarse en el personaje principal, lo que resalta la falta de comprensión y desinterés histórico hacia los personajes femeninos en la industria del cine.
A pesar de estos desafíos, Winslet se mantuvo firme en su visión y logró sacar adelante "Lee". Su perseverancia es un testimonio del cambio que el movimiento #MeToo está generando en Hollywood y de cómo las actrices jóvenes ya no tienen miedo de alzar la voz contra la discriminación de género.
Kate Winslet, sin embargo, no se ha rendido. Ha demostrado una y otra vez su determinación y resistencia ante la adversidad. Desde que una profesora de actuación le dijo que debía conformarse con papeles de "chica gorda" en sus primeros días en una escuela de arte dramático hasta las críticas despiadadas sobre su apariencia tras el éxito de "Titanic", Kate se ha mantenido firme en su camino.
Incluso cuando sufrió una lesión en la espalda durante el rodaje de "Lee", Winslet no permitió que esto afectara la producción y continuó adelante. Pagó de su propio bolsillo los salarios del elenco y el equipo cuando la financiación se complicó y se negó a permitir que la lesión la hiciera sentir insegura frente a las escenas en las que tenía que aparecer en bikini o topless.
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Lo que hace que su historia sea aún más inspiradora es su actitud empoderadora hacia la autoestima y la autoaceptación. A pesar de enfrentar la presión de conformarse con estándares de belleza poco realistas, Kate se ha negado a esconderse y ha abrazado su cuerpo tal como es.
En palabras de Kate Winslet: "Sé que no debo desperdiciar energía preciosa criticando mi físico. Creo que a cualquier mujer le conviene simplemente decir: creo en mí misma. No importa lo que piensen los demás; esto es lo que soy, sigamos adelante". Su mensaje es un faro de empoderamiento en un mundo obsesionado con la apariencia física y los prejuicios.