A finales de agosto, Jennifer Lawrence recibió una amarga sorpresa: unos piratas informáticos le habían robado fotos personales y las habían colgado en Internet a la vista de todo el mundo. Fotos íntimas en las que la actriz aparece desnuda o con poca ropa y que de ninguna manera fueron tomadas para el disfrute de todo el mundo. Un mes y medio después de que se generara el escándalo y reabriera el debate sobre la impunidad de estos delitos, Jennifer Lawrence ha conseguido que el gigante Google elimine algunos enlaces que llevan a un sitio web que contiene las imágenes. Según ha publicado The Guardian, su equipo de abogados envió una solicitud hace algunas semanas a la multinacional alegando que se estaba cometiendo "usurpación de los derechos de autor". Una forma de decir que la dueña de esas imágenes es Lawrence y ella es quien debe decidir dónde publicarlas y dónde no.
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Por su parte, Google ha confirmado la noticia. Según un portavoz de la compañía, "se han eliminado miles de fotos desde que recibimos el aviso y se han cerrado cientos de cuentas". Además, la empresa ha querido dar su apoyo a la actriz de "Los juegos del hambre" y ha añadido: "Internet se utiliza para muchísimas cosas buenas. Robar fotos privadas de gente, no es una de ellas". Aún así, este sitio web continúa abierto, aunque haya cambiado el nombre de su dominio, según ha informado El Huffington Post. Junto a él, innumerables páginas albergan y se lucran con las fotos de la actriz o de otras personalidades que ha sufrido este robo.
La actriz de 24 años ha revolucionado la concepción social sobre este asunto en sus recientes declaraciones a la revista Vanity Fair. Hasta ahora, otras actrices que habían sufrido este acoso habían mandado un comunicado de arrepentimiento y pidiendo disculpas. Asumiendo que la culpa es suya. Sin embargo, en este caso, Lawrence ha querido recalcar que aquí los culpables son los que cometen el delito y no las mujeres (y algún hombre) que se vean afectadas. ¿Por qué tienen ellas que cargar con la culpa? "Es mi cuerpo y debería ser mi elección. Y no ha sido así. No me puedo creer que vivamos en un mundo así. Esto no es un escándalo. Es un crimen sexual", sentencia.
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