Algunos quisieron ver a Katherine Heigl a la nueva princesa de América. La sonrisa que ofreció ante las cámaras de Anatomía de Grey conquistó a los espectadores, lo que la colocó en una posición muy privilegiada de cara a conseguir nuevos proyectos. Y ella se lo terminó creyendo.
Justo en el momento que Katherine se encontraba en su mejor momento profesional, la actriz decidió abandonar la serie durante un tiempo para retomar nuevos retos profesionales. Shonda Rhimes, creadora y productora de la serie, jamás se lo perdonó y decidió que su personaje regresaría sólo para decir adiós de nuevo.
La actriz pedía mayor protagonismo en la serie dado que ella era la que estaba recibiendo todos los premios. Pero en Anatomía de Grey castigaron su falta de compañerismo con una marcha inesperada a la que supieron reponerse sin problemas. De hecho, la serie sigue en emisión muchos años después.
Parecía que a Heigl le daba igual que le cerrasen las puertas en la ficción americana. Y es que tenía muchos proyectos en marcha en la gran pantalla, lo que le podría llegar a aportar mucha mayor proyección que una serie. Sin embargo, sus películas no llegaron a funcionar y poco a poco dejó de sonar el teléfono en casa de la actriz.
Hace apenas dos semanas CBS estrenaba Doubt, una nueva serie de abogados protagonizada por la propia Katherine. Parece que el mundo de la pequeña pantalla se volvía a fijar en la actriz y este podía llegar a ser su gran renacer. Pero las malas noticias no han tardado en aparecer.
La cadena ha decidido cancelar la serie por sus malos datos de audiencia sólo dos semanas después de su estreno. Se trata de algo realmente raro, ya que las cadenas en América suelen tener mucha más paciencia con sus ficciones. Pero parece que Katherine tendrá muy complicado volver a levantar la cabeza después de este nuevo batacazo en su vida profesional.
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