Demi pasó una temporada en una clínica de Illinois para tratar su problema de bulimia. No se supieron muchos detalles de los meses que pasó allí, se ha dicho que también se trató una adicción a las drogas y que tuvo algún episodio depresivo.
Los médicos le recomendaron como parte del tratamiento dejar el mundo del espectáculo, pero ella no quiso tirar la toalla. “Hay muchas presiones sobre ti cuando estás dentro de esta industria. Pero me gusta hacerlo, amo cantar. No quiero dejarlo solo porque las cosas se pongan mal", confesó.
"Me dicen mucho que soy una inspiración para que muchos hagan frente a sus problemas ya sean trastornos alimenticios o que traten de autolesionarse", cuenta Demi, que ha tomado esa fama que tanto la hizo sufrir como su mejor arma de concienciación.
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