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¿Estáis buscando un destino diferente para vuestra luna de miel? Si todavía no lo habéis elegido uno de los mejores lugares para un viaje original es Australia. Podréis conocer ciudades cosmopolitas como Sidney o Melburne, increíbles playas y parajes naturales impresionantes. También tendréis la posibilidad de descansar, hacer excursiones, bucear en la Gran Barrera de Coral y contemplar especies autóctonas como los canguros, los koalas o los cocodrilos.
Australia, el país más grande del mundo
Australia es el sexto país más grande del mundo por lo que verlo entero es imposible en dos o tres semanas por lo que te recomendamos visitar el norte, donde se encuentra la barrera de coral y el Parque Nacional de Kakadu, la parte central con el Uluru y dos de sus ciudades más importantes Sidney y Melbourne. Puedes empezar el viaje de norte a sur o al revés. Nuestro consejo es que comiences desde el norte, con unos días de relax en la playa. Terminar en Sidney es una gran idea si luego vas a ir a Polinesia Francesa o a cualquier otro destino paradisiaco, su aeropuerto ofrece multitud de conexiones.
La Gran Barrera de Coral
La Gran Barrera de coral es el sueño de cualquier buceador. Si te gusta el mar y aún no tienes el PADI (título necesario para bucear con botella) no pasa nada. Hay excursiones en las que podrás disfrutar de tus primeras inmersiones y bajar hasta 10 metros de profundidad. Te recomendamos que reserves la excursión de buceo o snorkel una vez estés en Port Douglas. Hay muchas empresas que se encargan de organizar este tipo de actividades. Si lo vuestro es bucear y disfrutar del mar viviréis una experiencia única en Cairns. Allí se encuentra la famosa Gran Barrera de Coral y su ecosistema marino. También hay la posibilidad de hacer excursiones en minicrucero y visitar lugares increíbles donde si os apetece podréis nadar y hacer ‘snokel’.
Sidney, parada obligatoria
Después de adentrarte en las regiones más salvajes de Australia y conocer las tradiciones aborígenes estarás deseando volver a la civilización. Sidney es parada obligatoria. No puedes dejar de caminar por The Rocks, pasear desde Coogee Beach a Bondie Beach, visitar la Opera, hacer shopping por el barrio de Paddington y montar en ferry. Si quieres comer bien reserva mesa en Mr.Wong, Chiswick (este restaurante tiene su propia huerta), Saké o Félix. ¡La comida está buenísima y sus locales tienen mucho encanto!
La isla de los canguros
Para los amantes de la naturaleza, Australia es un país rico en especies animales como el canguro y el koala. En la conocida como ‘Kangaroo Island’ podréis contemplarlos en libertad. Desde Adelaida, al sur del país, tienes la posibilidad de coger un ferry destino a la isla. Allí tenéis que visitar granjas con pelícanos y leones marinos y los canguros en el Parque Parndana. También en el enorme Parque Nacional de Kakadu podréis observar a los enormes cocodrilos marinos y de Johnston que duermen en los bancos de arena de los ríos. Otros lugares especiales para amantes de la flora y la fauna son el Zoo de Melbourne, el Real Jardín Botánico de Melbourne o Dandenong Ranges.
La magia de Camberra
En la capital de Australia Canberra podréis visitar los edificios del arquitecto Walter Griffin y los artefactos coloniales e indígenas que están en el Museo Nacional y la Galería Nacional de Australia. En el Parque Nacional Nadamgi contemplaréis sus montañas nevadas, sus maravillosos valles y una selección del curioso arte rupestre aborigen.
Un paisaje impresionante
Otra de las excursiones más recomendadas es alquilar un coche y visitar parte de la ‘Great Ocean Road’. Una bella región al sureste del estado de Victoria que cuenta con bellos paisajes donde se pueden disfrutar de playas, centros turísticos y puertos pesqueros. A lo largo de la costa se divisan formaciones rocosas como los Doce apóstoles.
También os recomendamos, aunque no se encuentra en esta ruta sin cerca de la localidad de York, visitar ‘Wave Rock’ una fascinante formación rocosa de granito gracias a la erosión química del subsuelo y de las lluvias. Tiene la forma de una ola a punto de romperse y a los turistas les encanta ponerse debajo y hacerse fotografías.
Contenido elaborado en colaboración Carmen F. Etreros de Zankyou
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