Ryan Lochte no solo es un campeón dentro de la piscina, también está más que solicitado fuera de ella. Además de llevarse 5 medallas en los Juegos Olímpicos de Londres (dos de oro, dos de plata y una de bronce), las marcas publicitarias se rifan al nadador americano, que vuelve locas a millones de mujeres en todo el mundo.
Al cuerpo escultural propio de los nadadores de élite se une, en el caso de Ryan Lochte, una mirada cristalina y una cautivadora sonrisa, que hacen que muchos se pregunten si Ryan acabará por pasarse al mundo de la imagen y dejar de lado la natación.
Con 28 años, Ryan aclara que en los últimos cuatro años solo ha querido centrarse en la natación. “Realmente no he tenido tiempo ni para relaciones amorosas”. Ahora que los Juegos han terminado, sin embargo, todo es posible. “Estoy emocionado y feliz de que por fin pueda tomarme un descanso”.
A Ryan, que compite con su amigo Michael Phelps, la gran leyenda del olimpismo, no parece importarle el hecho de que no va a poder igualarle. “Michael Phelps es uno de los competidores más fuertes que me he encontrado, pero, ¿sabes qué? Es un buen amigo. Perdamos o ganemos, siempre vamos a ser amigos y los dos queremos ganar, a veces lo conseguimos y otras veces no", explicó a Us Weekly.
enfemenino/EP
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