Si tienes la tensión baja, estos son los alimentos que necesitas
Las tensión baja, también conocida como hipotensión, consiste en una bajada de la presión arterial, es decir, la fuerza que ejerce la sangre en cada latido contra las paredes de las arterias es más baja de lo normal. Existen dos tipos de tensión: la presión sistólica, que mide la presión arterial cuando el corazón bombea sangre, y la presión diastólica, que mide la presión arterial entre dos latidos. En condiciones normales, los valores deberían oscilar los 120/80. Cuando los valores se encuentran alrededor de 90/60, podemos hablar de un caso de tensión baja.
La presión arterial varía a lo largo del día. Así, por las noches es considerablemente más baja que por las mañanas. Pero, además, cambia en función de la posición del cuerpo, el ritmo de la respiración, los niveles de estrés, los medicamentos que consumamos o la cantidad de agua y comida que consumimos a lo largo del día.
La presión arterial baja trae consigo síntomas como el cansancio repentino, sensación de mareo, náuseas, vértigo, somnolencia, palpitaciones, sudores y escalofríos, fiebre repentina y fatiga. En los casos más graves de hipotensión, el paciente puede llegar incluso a sufrir desmayos. Cuando un médico diagnostica un caso de hipotensión de estas características, suele recetarle al paciente un tratamiento específico.
Sufrir una bajada de tensión puntual, sin embargo, no tiene por qué significar que somos hipotensos y, de hecho, es muy común experimentar bajadas de tensión en verano –las altas temperaturas pueden hacer que los vasos sanguíneos se ensanchen y que la sangre, como consecuencia, circule con menos fuerza, haciendo que pierda presión–, cuando llevamos muchas horas sin comer o cuando hacemos grandes esfuerzos físicos. Además de estas, otras de las causas posibles son:
- Deshidratación. La sangre también contiene agua y si la pierde, disminuye su volumen. Puede estar motivada por la fiebre, los vómitos, la diarrea grave, el ejercicio muy intenso o el consumo excesivo de productos diuréticos.
- Embarazo. Durante la gestación, el sistema circulatoria se expande, por lo que la presión arterial suele bajar. Después del parto, recuperará su ritmo normal.
- Sangrado excesivo durante la menstruación, provocado por una lesión grave o a causa de una hemorragia interna.
- Herencia genética.
- Septicemia. Se trata de una infección grave que se traslada al torrente sanguíneo y que puede provocar un choque séptico.
- Problemas endocrinos, como el hipotiroidismo, la enfermedad de Addison –insuficiencia suprarrenal–, la hipoglucemia –niveles bajos de azúcar en sangre– o la diabetes.
- Problemas cardiovasculares, como deficiencias o malformaciones en la válvula del corazón, la insuficiencia cardiaca o el infarto de miocardio.
- Falta de hierro. La presión arterial baja puede estar motivada por los bajos niveles en sangre de vitamina B12 y folato.
El consumo de determinados medicamentos también puede provocar bajadas de tensión. Es el caso de las píldoras de agua –medicamentos diuréticos–, alfabloqueantes, medicamentos para el tratamiento del Parkinson, algunos antidepresivos –por ejemplo, los tricíclicos– o medicamentos para la disfunción eréctil.
- ¿Cómo saber si padezco tensión baja?
Y es que la hipotensión extrema puede provocar que este trastorno ponga en riesgo tu vida. Los síntomas más comunes son la confusión –especialmente en personas mayores–, piel fría y pálida, pulso débil y respiración acelerada. Así, si experimentas alguno de estos signos, lo ideal es que lo consultes con tu médico con urgencia.
- ¿Qué tipos de presión arterial baja pueden darse?
Hipotensión ortostática o postural, la que experimentamos cuando nos ponemos de pie. En estos casos, la bajada de tensión está motivada por un cambio de postura repentino y brusco después de haber pasado un tiempo sentado o tumbado. En estos casos, la sangre se acumula en las piernas y para compensar, el ritmo cardíaco se acelera para garantizar el riego sanguíneo a todo el cuerpo. Si este sistema de compensación falla en algún paciente, la bajada de tensión puede provocar mareos y visión borrosa. En los casos más graves también puede provocar desmayos.
Hipotensión posprandial, la que experimentamos después de comer. Este trastorno es más común en adultos mayores. La razón es que después de comer, el ritmo cardíaco se acelera y la sangre se concentra en el el aparato digestivo. Para compensar, se estrechan algunos vasos sanguíneos. De esta manera, se garantiza una presión arterial normal. En caso de que el sistema falle, podemos sufrir mareos, desmayos y caídas.
Hipotensión ortostática, provocada por daños en el sistema nervioso. Este Se produce después de estar quieto, sentado o tumbado durante un largo periodo. Este trastorno afecta fundamentalmente a adultos jóvenes y niños, y se debe a los fallos de comunicación entre el corazón y el cerebro.
Hipotensión mediada neuralmente, provocada por señales cerebrales erróneas. Este trastorno se conoce como el síndrome de Shy-Drager, que provoca daños progresivos en el sistema nervioso autónomo, responsable de las funciones involuntarias de nuestro organismo, entre ellas, la presión arterial.
- ¿Qué hacer cuando se produce una bajada de tensión?
Uno de los más efectivos es el chocolate negro, ya que por su contenido en teobromina, este alimento es capaz de subir la presión arterial. Si habitualmente sufres de tensión baja, te sugerimos que acostumbres a tomar una onza de chocolate negro después de las comidas. Además, puedes acompañarlo con un té verde o té negro, que gracias a la teína ayuda a controlar la presión arterial, o con un café, cuya cafeína potencia la frecuencia cardíaca. De esta manera, evitarás posibles mareos y la sensación de fatiga. Sigue leyendo para descubrir qué otros alimentos pueden ayudarte a combatir la hipotensión. Y tenemos buenas noticias: algunos de ellos te encantarán.
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