La Super Bowl, el evento más importante del fútbol americano, ha contado este año con Shakira y Jennifer López como protagonistas de su actuación. Este espectáculo, en el que además participaron los cantantes J Balvin y Bad Bunny, ha sido calificado por algunos medios como una de las mejores actuaciones de la historia. Delante de cien millones de personas que se calcula vieron el show, Shakira y Jennifer López reivindicaron el orgullo latino, criticaron la política migratoria y homenajearon a las mujeres.
Aunque en ediciones pasadas la organización de la Liga de Fútbol estadounidense eligió a mujeres artistas para protagonizar el espectáculo del halftime, es la primera vez que dos artistas latinas son las selecionadas. Y aunque la actuación de ambas había generado una gran expectación previa –finalmente superó todas las expectativas–, los espectadores no contaban con la aparición sorpresa de Emme, la hija de 11 de años de JLo.
No era la primera vez de Emme sobre el escenario, puesto que ya había acompañado a su madre en su gira mundial del pasado año, y su talento y experiencia se hicieron notar. Una vez más, Emme nos hizo testigos de la fuerza de su voz y su desparpajo y, por todo ello, finalmente se convirtió en la gran protagonista del show. Hacia el final de la actuación y después de que Shakira se retirase, madre e hija aparecieron en el escenario junto con un amplio grupo de niñas vestidas de blanco con las que cantaron uno de los temas estrella de la cantante, Let's get loud, con el que reivindicaron el poder y la fuerza de las mujeres. Mientras Emme cantaba, Shakira participaba tocando la batería y JLo la acompañaba con una bandera de Puerto Rico colocada a modo de capa.
El artista J Balvin cantó un fragmento de su tema Mi gente, Shakira cantó en español e inglés y bailó su ya conocida danza del vientre y López representó una parte actualizada de su show. Además, la colombiana y la de origen puertorriqueño bailaron salsa, cumbia, merengue y reguetón.
Con esta actuación las cantantes cumplieron la promesa que se hicieron: reivindicar la cultura latina y enviar un mensaje de apoyo y fuerza a las mujeres y la infancia, en especial a las niñas y niños que pertenecen a minorías étnicas en Estados Unidos. Con este poderoso mensaje de unidad, Shakira y Jennifer López se convirtieron en las claras protagonistas del evento. Al terminar la actuación, las dos divas latinas se abrazaron y despidieron con un enérgico 'gracias'.
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