Por suerte hace tiempo que el término feminismo dejó de tener un significado sexista para la RAE. Ahora, cuando buscamos su acepción, la Real Academia lo define como: "Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres". Sencillo, directo y claro. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, la palabra feminismo se ha rodeado de una connotación negativa. Parece que hay cierta reticencia (por parte de los hombres, pero también por la de las mujeres) a declararse abiertamente feminista o a apoyar esta "ideología" como la definen los expertos.
¿Y qué hay de malo en ello? ¿Qué es el feminismo? No solo se trata de una ideología, sino de un movimiento social y político cuyo origen se remonta a siglos a atrás. Se trata de reivindicar los derechos de las mujeres, de denunciar las desigualdades a las que aún nos enfrentamos (más allá de la abismal brecha salarial), de condenar la violencia machista, de alcanzar la equidad en lo social, lo económico y lo cultural. Aquí tienes cinco claves y datos curiosos sobre el feminismo que te ayudarán a desterrar los falsos mitos que lo rodean.
1. El feminismo no es algo nuevo
No, no ha surgido ahora, ni es cosa de perroflautas ni somos unas feminazis. Probablemente tu tatarabuela también fuese feminista. Se cree que los orígenes de este movimiento se remontan al siglo XVII, durante la época de la Ilustración, aunque comenzó a consolidarse más tarde, durante la Revolución Francesa, cuando se tomó conciencia de que el lema de "libertad, igualdad y fraternidad" no se extendía a las mujeres, quienes formaban la mitad de la población. Aunque el feminismo no solo se encontraba en Francia, pues a lo largo de la historia hemos tenido grandes ejemplos de movilización femenina, como fue el caso de las sufragistas en Reino Unido o, sin ir más lejos, las mujeres que lucharon por nuestros derechos durante la Primera y Segunda República en España: Clara Campoamor, Victoria Kent, Margarita Nelken o Dolores Ibárruri, La Pasionaria.
2. No tiene nada que ver con el machismo
El feminismo no busca la superioridad de la mujer respecto al hombre, como hemos dicho antes, se trata de alcanzar la igualdad en aspectos sociales, culturales y económicos. No es una especie de hembrismo, no discrimina al otro género, simplemente trata de romper con el rol y el patriarcado que se nos ha impuesto a las mujeres durante todos estos años.
3. Los hombres también pueden ser feministas
De hecho creemos que deberían serlo. Es decir: más allá de la distinción entre sexos, hablamos de personas que buscamos una equidad de derechos. Si existe una desigualdad palpable, ¿por qué no luchar todos juntos contra ella? Por suerte se están llevando a cabo diferentes campañas de concienciación sobre este tema, como es el caso del movimiento #HeForShe, impulsado por la actriz Emma Watson, al que recientemente también se han sumado diferentes famosos españoles que se han declarado abiertamente feministas.
4. Las mujeres feministas también llevan tacones y escote
Básicamente porque las mujeres (al igual que los hombres) pueden vestir como les de la gana. La apariencia física no está ligada en absoluto con ser feminista o no. Aunque parece que hay gente que no termina de entenderlo, y si no que se lo digan a Emma Watson, feminista y activista, quien recibió hace poco numerosas críticas por posar con un pronunciado escote en la portada de una revista. "¿Qué tiene que ver mi pecho con el feminismo?", se preguntaba la actriz. Lo mismo nos cuestionamos nosotras.
5. No queremos ser iguales que los hombres
El feminismo no busca que las mujeres sean iguales que los hombres, sino la igualdad de derechos y de oportunidades para ambos. Es algo que tenemos que tener presente a la hora de plantearnos qué es el feminismo, pues este es uno de los mitos más frecuentes que solemos encontrar entorno a este movimiento.
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