A sus 26 años, Nickolay Lamm reivindica que "la realidad también puede ser bonita". Y puesto a demostrarlo plasmó en papel las diferencias entre la Barbie tradicional y un prototipo suyo inspirado en las medidas medias de una chica de 19 años en Estados Unidos. Pidió ayuda a través de una plataforma crowdfunding y ha superado con creces su objetivo de los 95.000 dólares que necesitaba para lanzar a Lammily, su muñeca real, al mercado.
A diferencia de la Barbie clásica, Lammily tiene una cintura más realista y no tiene los pies preparados para llevar siempre tacones. Además, dentro de los complementos que incorpora, están los tatuajes, celulitis, estrías, acné o cicatrices. Para Lamm estos detalles eran muy importantes, porque hacer a las niñas jugar con elementos de la realidad de todas las mujeres les ayudarán a aceptar mejor su cuerpo.
Las reacciones de los niños
Después del éxito del lanzamiento de esta muñeca con medidas reales, se grabó un vídeo en el que podemos ver cómo son las reacciones de los niños al tener entre sus manos por primera vez a Lammily. "Se parece a mi hermana", "No es tan delgada"... Los propios pequeños se dan cuenta del cambio e incluso se llegan a sentir identificados con la muñeca. Aquí tienes el vídeo con todos sus comentarios:
La finalidad de esta muñeca es animar a las niñas para que no se avergüencen de sí mismas y se encuentren cómodas con su cuerpo. Con el clip promocional se pretende hacer hincapié en esto y muestra cómo la industria y programas como Photoshop crean cuerpos idealizados, muy lejos de esa naturalidad que reclama esta muñeca. El clip se llama "Lammily, ha llegado el momento de ser real".
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