¿Te imaginas que te prohíban ver un partido de fútbol por el mero hecho de ser mujer? Aunque nos parece algo inconcebible, el gobierno de Irán sí lo hace. Pero no todas las mujeres respetan esta ley tan misógina. Es el caso de Hanieh, como así se hace llamar en sus redes sociales. Esta iraní de 21 años se propuso presenciar el partido entre el Persépolis, su equipo preferido, y el Rahahan. El pasado 13 de mayo decidió colarse en estadio Azadí de Teherán bajo la apariencia de un hombre. Después de que su hazaña se hiciese pública, a la joven la han amenazado con quemarla viva públicamente.
“Había dicho que iría al estadio Azadí y ya estoy aquí”, escribió la joven en su cuenta de Instagram, la cual ha tenido que hacer privada debido a la polémica. Para poder pasar el control de seguridad del estadio, Hanieh se pintó la cara con los colores de su equipo, ocultó su pelo con un gorro y se puso cinco camisetas y cinco pantalones para camuflar su aspecto. Todo para poder ver a su equipo de fútbol preferido, y a pesar del riesgo a que la detuviesen y de las amenazas de muerte que después ha recibido.
"Hay que detener a esta chica que no respeta las normas, ponerla en una jaula y quemarla ante el mismo estadio para dar una lección a todas las mujeres amantes del fútbol, no solo en Irán sino en todo el mundo”, escribía un usuario del sitio web conservador Tabnak, según recoge El País. Unas amenazas que no amedrentaron a lo joven: "Soy una chica convencional de una familia convencional, y simplemnete amo el fútbol. ¿Por qué delito quieren quemarme? ¿Quizá por el placer de mirar el partido de mi equipo favorito y animar a sus jugadores? ¿O quizá por haber estado entre hombres que se dirigían a mí de forma respetuosa?”, se defendía la joven en su cuenta de Instagram, que ha pasado de los 3.000 a los 20.000 seguidores en apenas unos días.
Aunque las amenazas han sido muchas, la joven también ha contado con un gran apoyo de personas que piden que se detengan a aquellos que la han amenazado de muerte. Hanieh contó incluso con la ayuda de otros aficionados del estadio, que aunque la descubrieron, la encubrieron para que nadie descubriese su identidad.
En los últimos meses, el intento de mujeres iraníes que intentan colarse en los estadios se ha multiplicado, según los aficionados. De hecho, en mismo partido al que acudió Hanieh, otra chica intentó seguir sus pasos, pero no logró acceder al estadio porque los policías se lo impidieron. La proeza de esta joven ha vuelto a abrir el debates sobre la ley que discrimina a las mujeres iraníes prohibiéndolas asistir a los eventos deportivos en los que haya hombres. Una ley absurda que, sin embargo, sí permite la entrada a mujeres extranjeras.
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