1. Darte un atracón de comida basura
Chuches, patatas fritas, pizza... ¿A quién le importan esos kilos de más? Cuando no está tu hijo cerca puedes comer sin remordimientos, y lo mejor, sin que él te pida nada.
2. Dejarte ganar... cuando ya no te apetece jugar más
A veces lo hacemos para que ellos se sientan orgullosos de su victoria, pero otras simplemente porque no tenemos ganas de seguir jugando. ¿Qué pasa? ¡No lo hacemos con maldad!
3. "Perder" un juguete
A veces ocurre que alguno de sus juguetes favoritos resulta ser el más viejo, roto y sucio que tiene en su colección. Y, casualmente, lo podemos llegar a perder sin querer...
4. Saltarte las páginas de un cuento cuando no te apetece leerlo
Es de noche, estáis cansados y no veis el momento de iros a la cama. Por eso a veces eres capaz de llegar al "Y fueron felices y comieron perdices" en tiempo récord.
5. Insistir en que pida algo que a ti te gusta cuando vais a un restaurante
Macarrones con queso, lasaña, patatas fritas... Estás deseando que se deje algo en el plato para poder terminártelo tú. Con mucho disimulo, eso sí.
6. Poner de excusa que nuestro hijo está malo para evitar un compromiso
Hace tiempo te contábamos algunas de las ventajas de ser mamá, pues bien, esta es una de ellas: puedes eludir cualquier cita a la que no te apetezca ir utilizando a tu hijo como cómplice. "Está malo", "tenemos cita con el dentista", "una tutoría en el cole"...
7. Contarles mentiras para que se coman la comida
Vale, esto no lo hacemos a escondidas, sino delante de ellos. Pero a veces resulta muy útil cuando intentamos que el niño se coma "platos conflictivos" como las verduras o el pescado. Seguro que tu también le has dicho eso de que los guisantes son en realidad aceitunas pequeñitas...
8. Mentir acerca de la edad de nuestro hijo para obtener algo gratis
O para que algo te cueste la mitad de precio: transporte público, entradas de cine, menús de restaurantes...
9. Dar el cambiazo en la pecera
Es triste, pero a veces nos hemos visto obligados sustituir su difunto pez naranja que tanto ilusión consiguió en la feria por otro parecido. Algunas veces preferimos hacerle pensar que su pez tiene el don de la inmortalidad antes que efrentarnos a la terrible verdad.
10. Maquillar algunos hábitos familiares delante de la profe de tu hijo
"Por supuesto, mi niño a las 21:00 ya está durmiendo, come todos los días cinco raciones de fruta y verduras, y los fines de semana nos encanta practicar deporte en familia".
La vida real de las mamás contada en imágenes de Instagram:
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