1. Contar los mismos chistes una y otra vez
Toda tu familia se los sabe de memoria, pero él no dudará en repetirlos una y otra vez en cada encuentro familiar.
2. Decir palabras como "lol" o "swag" pensando que mola
Bueno, ¡en realidad esta nos parece divertida!
3. Sacarte a bailar delante de tus amigos
En las bodas, en las fiestas de tu pueblo... Tu padre siempre aprovechará el momento para formar pareja de baile contigo y demostrar vuestro talento bailando salsa, bachata o el baile regional que corresponda.
4. Intentar que te parezcas a él
Haciéndote probar comidas que a el le encantan y tu detestas, intentando que estudies algo que a él le gusta o que practiques su deporte favorito. No siempre se dan todos estos casos a la vez, y desde luego sabemos que lo hace sin mala intención, ¡pero a veces es un poro irritante!
5. Emplear el apelativo cariñoso con el que te llama en público
Garbancito, chiqui, gordita... Le has escuchado llamarte así desde que tienes uso de razón, y te parece lo más normal del mundo. Pero cuando se dirige a ti con ese apelativo en público, inmediatamente salta una alarma que desata el pánico. "¡Por favor, que nadie lo haya escuchado!"
6. Sacarte las peores fotos... y colgarlas después en Facebook
No sabemos cómo lo hacen, pero en las fotos que nos hacen nuestros padres (algunas a traición) solemos mostrar nuestro lado menos fotogénico. ¿Y lo peor? Cuando deciden colgarlas en Facebook presumiendo de hija.
7. Querer arreglarlo todo... y no conseguirlo
"¡Déjamelo a mi, esto está chupado!" Todo padre lleva un manitas frustrado dentro que se cree capaz de arreglar o montar cualquier cosa, incluso los muebles de Ikea. El problema es que no siempre lo consiguen, suelen ser demasiado orgullosos como para pedir ayuda y, además, no reconocerán nunca que lo han hecho mal.
8. El tono de llamada de su móvil
Esto es algo común en todos los padres del universo: su tono de móvil suele ser o bien una canción con más años que Matusalén, el himno de su equipo, o la banda sonora de películas como Star Wars o series como Expediente X.
9. Sus outfits domingueros (o playeros)
Pantalón de chándal más polo (metido por dentro) para bajar a comprar el pan, chanclas con calcetines, bermudas y una gorra para pasear por la playa... Y su "¡Qué más da! ¡Estoy de vacaciones, aquí no me conoce nadie!"
10. Contar historias bochornosas de tu infancia
O bien enseñar tus peores fotos. ¡Qué se le va a hacer! Sin estas pequeñas cosas no serían ellos mismos, y lo reconozcamos o no, les queremos tal y como son.
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© En busca de la felicidad
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