Raro, desconcertante, chocante… Así podríamos empezar a hablar del último debate de Supervivientes presentado por Jordi González. Tras las duras palabras de Jorge Javier Vázquez en Sábado Deluxe, en las que aseguraba que el ‘’favoritismo’’ a Isabel Pantoja era de lo más normal debido a la aplastante audiencia de la última edición del reality y la inquietante entrevista a los padres de Dakota para confirmar una devastadora información que llevaba circulando varios días por las redes sociales sobre una supuesta infidelidad de Rubén a Dakota, que terminó con la madre de la pobre chica rajando lo más grande sobre el que ha sido el amor de su hija durante 4 años, la noche posterior al Deluxe, estuvo marcada por un sinfín de bombazos que incluyen el último lío amoroso de la tonadillera con un desconocido caballero, el ‘’presunto’’ montaje que Violeta podría haber ofrecido a Albert antes de llegar a Honduras, la prueba de recompensa de la que salió victoriosa Dakota y en la que, por primera vez y curiosamente participaba el fantasma olvidado, Chelo García-Cortés, la visita de las madres de Violeta y Fabio que terminó con la valenciana llorando a moco tendido y el argentino a punto de comerse lo que parecía, el ojo de uno de los gigantes de Juego de Tronos y la gran elección de Carlos Lozano entre las dos mujeres de su vida, Miriam o Mónica: ‘’Me quedo con Miriam, porque no quiero regresar a la otra playa, a ese pasado que ya he dejado atrás. Además, con Miriam tengo una conversación pendiente que ya discutimos mucho y hablamos de muchas cosas estos días.’’
Carlos, Luna te quiere, ¡lejos de Miriam!
Sí, al pobre Carlos le crecen los problemas como quien planta unos tomatillos en su huerta. El exitoso presentador de la pasada década tuvo la oportunidad de despedirse de una de las dos personas más importantes de su vida en la isla. Su ex y madre de su hija, Mónica Hoyos o su último, gran y problemático gran amor, Miriam Saavedra. Como era de esperar y a sabiendas de que ya habían disfrutado de varios ratitos de arrumacos y besuqueos; con reconciliación incluida y a un pasito de darse una nueva oportunidad, Carlos tomó la sabia decisión de compartir sus últimas horas en la isla con Miriam. ¡Y para que queríamos más!
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El plató enloqueció, los colaboradores pidieron ansiosos ese tratado de paz entre el superviviente y la última ganadora de GH Vip y Mónica Hoyos se mantuvo ajena a toda la polémica disfrutando de un rico tazón de chocolate con churros (eso sí, tuvo que comérselos a la velocidad de la luz) y una arriesgada prueba de recompensa. Pero, justo cuando las aguas se habían calmado, Carlos había elegido a su dama de las Camelias y Moniquita le bailaba el agua a Isabel Pantoja para que ésta le contara obra y milagros de su peliculera, a la par que atractiva vida de diva de España, el plató en Madrid ardió en llamas como Irina Shayk al enterarse de la química palpable entre su curri Bradley y la gran Lady Gaga. ¿Y por qué? Resulta que el primo y defensor de Mónica Hoyos, aprovechó la reconciliación de la peruana y el presentador para lanzar un dardito envenenado a la pareja que difícilmente dejará pasar por alto Carlos cuando aterrice en España. Al parecer, la hija de la ex pareja más famosa de Mediaset, Luna, prohibió a su padre volver con Miriam antes de participar en el concurso, algo que, como bien hemos podido comprobar a lo largo de la última semana, ha pasado por alto completamente el presentador, que, haciendo caso omiso a las peticiones de su hija, ha disfrutado de un feliz reencuentro con la princesa inca.
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Mónica Hoyos, la mano ejecutora
Soltada la bomba en plató, las redes sociales comenzaron a especular sobre los posibles motivos de la niña para prohibir de forma tajante la relación de su padre y, teniendo en cuenta el turbulento pasado de éste con su ex mujer, España entera lo tuvo bien clarito desde el principio: La responsable y, por ende, culpable de la enemistad entre Luna y Miriam era de nuevo, Mónica Hoyos. Sí, sí, la azafata, que le ha hecho unos trajes a Miriam que ni los de las celebrities en los Premios Oscar, podría haber hecho otra vez de las suyas, comiéndole un poquito más de la cuenta el tarro a su hija para utilizándola como caballo de Troya para destruir, desde dentro, la historia de amor de su ex.
Alejada de la problemática, Mónica sigue dándolo todo en el concurso que le ha dado la oportunidad de mostrarse tal y como es, sin el ‘’lastre’’ de tener que pasar por el mal trago de convivir con Miriam (como ya pasó en GH Vip) y con nuevo crush incluído. Un Colate que, aun estando nominado esta semana, continúa dándolo todo en el reality, regalándole los oídos a su Moniquita, día sí y día también. La calma tocará su fin y el siguiente capítulo de este culebrón llegará cuando, en la próxima gala, Mónica hoyos se entere de la decisión de su ex al elegir despedirse de Miriam antes que de ella. A ver, sí, sabemos que nuestra Moniquita hará oídos sordos a la noticia, se marcará alguna de sus escenitas del tipo, ‘’¿Miriam? ¿Qué Miriam? ¿Miriam Díaz Aroca?’’ O nos dedicará un bailecito con Lara Álvarez con monólogo incluido dedicado a su nueva y brillante vida y a lo mucho que se adora a sí misma y a su Luna (muy en la línea de Aída Nízar pero con un puntito más bajito de vergüenza ajena). ¡Pero, que no os engañe! Cuando se entere del percal y por mucho que intente disimular, a Monica le va a picar más el cuerpo que cuando amaneció plagada de ‘’besitos’’ de mosquito.
De la visita de Miriam a los cuernos de Rubén
La reconciliación entre Carlos y Miriam no fue lo único interesante de la noche del domingo, ¡ni muchísimo menos! Por un lado, Mahi, Fabio, Colate y Mónica siguen jugándose la expulsión del próximo jueves mientras que, por otro lado, en España todos los ojos apuntan a dos personas: El novio secreto de Isabel Pantoja con el que, parece ser, mantuvo una intensa relación hace nueve años y los cuernos de Rubén a Dakota. ¡Ay, Dakota! Cuando se entere de que su love de hace más de cuatro años ha sido cazado en más de dos ocasiones compartiendo algo más que palabras durante su estancia en Honduras, aquello de ‘’de la cárcel se sale pero del cementerio no’’, va a ser un poema comparado con la que le va a montar al chaval y es que, Dakota no perdona y sabiendo ya lo que piensa de las infidelidades (veáse el ejemplo con la matraca que le dio a Violeta por dejar en pleno directo a Julen y liarse acto seguido con Fabio), tenemos la ligera intuición de que cuando se encuentre con el panorama, va a mandar a Rubén donde Cristo perdió el mechero, ¡lo más lejos posible de su vida!
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