Cuando se trata de mostrar nuestra imagen en forma de selfie, la mayoría de las personas suelen apostar por fotografías en las que salgan favorecidas y para las que se procura evitar asociaciones con cuestiones de mal gusto, al menos de una forma evidente.
Se trata, al fin y al cabo, de hacer o compartir imágenes que nos muestren más interesantes y atractivos. Una especie de ventana a nuestra intimidad más profunda que puede decir mucho de nosotros -mucho más de lo que nos pensamos-.
Hay quienes buscan su mejor foto –o la que ellos creen que es la mejor - en cualquier contexto y situación pero, aún poniendo todo su esfuerzo, se encuentran con problemas o situaciones inesperadas. Otras, directamente, no tienen excusa y demuestran que comprobaron poco o nada cualquier otro rasgo de la imagen que no tuviese que ver con su cara o físico, provocando presencias de objetos o animales en situaciones indeseadas.
Como para todo, y los selfies no son una excepción, el buen gusto es muy subjetivo y los gustos de cada persona, algo totalmente arbitrario. Que un selfie sea digno de ser compartido dependerá, como siempre, del sentido común. Lo mejor es que, antes de publicar una imagen, nos planteemos si realmente nos gustaría ver una foto de otra persona en la misma situación. Si la respuesta es no, haz un favor al mundo y no la subas.
Esta galería es un ejemplo de las peores selfies realizados nunca y compartidos en redes sociales. Imágenes fuera de tono, con “apariciones” indeseadas y, casi siempre, con bastante mal gusto, que ayudan poco o nada a conocer y generar una imagen positiva de sus protagonistas. Un claro ejemplo de lo que nunca debería hacerse.
LETTER
Y además:
30 imágenes alucinantes tomadas en el momento justo
Los 35 peores souvenirs jamás creados por la mano del hombre