Pocas cosas más adictivas pueden encontrarse en la red que las típicas imágenes o vídeos protagonizados por gatitos. Es una especie de efecto inmediato que consigue que, en cuanto vemos uno, se nos encoja el corazón y nuestros labios empiecen a estirarse hasta esbozar, aunque queramos reprimirla, una sonrisa de oreja a oreja.
Sus peludas facciones ejercen una especie de poder sanador, casi terapéutico, que consigue descongelar los sentimientos de los corazones más fríos. Es un hecho: no hay ser humano que se les resista. Juegan en la misma liga que los bebés disfrazados de girasoles o los perritos abandonados con caras tristes ¡Nos conmueven hasta el infinito!
Muy probablemente, y siendo conocedor de este secreto a voces, el artista y fotógrafo Seth Casteel ha querido apostar sobre seguro y ha decidido dedicar su último proyecto a este colectivo de animales “rompecorazones”.
Una azucarada y monísima mirada fotográfica en la que los brincos de todo tipo de mininos, de tan solo unas semanas de vida, se esmeran por conseguir la medalla de oro al gato más tierno de la historia.
Saltos imposibles y caras de gatos desencajados por el susto o la velocidad llenan las imágenes de esta serie capaz de conmover al mismísimo Terminator. Casteel sabe perfectamente donde colocar su objetivo para dar de lleno en las glándulas de la ternura y la sensibilidad más exageradas.
El fotógrafo, que ya alcanzó notoriedad mundial con su anterior trabajo sobre perros “submarinistas” bajo el agua, acaba de publicar un libro repleto de imágenes en las que estos pequeños proyectos de gatos se adueñan de nuestro alma con sus caras y poses más seductoras.
Y si te ha gustado la galería de Seth Casteel no te pierdas las cómicas imágenes de estos 25 gatos que se quedaron dormidos cuando menos lo esperaban....
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