La historia de Beaux Tox es de esas que emocionan y te hacen ver que hay segundas oportunidades para todos, incluso para los animales. Beaux es un perro de la raza Labrador retriever que nació con una deformidad en la cara. Esta lesión fue provocada durante la gestación dentro del útero de su madre, ya que formaba parte de una cama de seis cachorros y su cara fue aplastada antes incluso de nacer. Sin embargo, su personalidad y su inteligencia no se vieron afectadas, únicamente la expresión de su cara, hecho por el que dicen que es "feo".
Encontrar un dueño para él supuso un problema desde el principio. Los criadores que se encargaban de él no pudieron venderlo debido a la deformidad de su cara, nadie quería comprarlo. Por ello, al final decidieron regalarlo pero cayó en manos poco adecuadas. El hombre que se hizo cargo de él lo maltrató y prácticamente abandonó a su suerte. Durante cinco largos años, Beaux no recibió ninguna muestra de cariño, sino todo lo contrario.
Su dueño apenas lo cuidaba y lo dejaba fuera de casa, solo y abandonado. Su estado era lamentable, sin cuidados estaba cubierto de parásitos, enfermo y casi desnutrido. Pero su estado físico no fue lo único que se vio afectado por tal situación. Su cara reflejaba la tristeza que sentía. Numerosos grupos de rescate trataron de salvarle, pero todos los intentos fueron inútiles.
Jamie Hulit fue su salvación
Su situación cambió por completo gracias a Jamie Hulit, la mujer que lo adoptó y le dio una familia. Cuando vio las condiciones en que se encontraba, decidió hablar con el dueño para adoptarlo. Quiso darle una segunda oportunidad para que pudiese vivir como un perro normal y de esta forma evitar que terminase en algún centro de acogida. "Quería que tuviera estabilidad y un lugar que fuera su hogar". La historia de Jamie es en parte similar a la de Beaux. Ella también estuvo en varias casas de acogida cuando era apenas una niña y empatizó desde el primer momento con su historia.
Lo primero que hizo Jamie al hacerse cargo de él fue llevarle a un centro veterinario. Durante su larga estancia, consiguió recuperarse de todos los problemas de salud que arrastraba de su situación anterior gracias a la labor del doctor Jay Radberg. Ya recuperado, Beaux fue a casa con su nueva familia, Jamie y su perro Riley, otro retriever como él.
La diferencia de edad entre ambos es notable; Riley tiene 13 años y Beaux apenas 6. En cambio, eso no ha supuesto ningún impedimento para que entre ambos nazca una gran amistad. Beaux es joven y aún actúa como un cachorro. Esto ha supuesto una ayuda para Riley, ya que así consigue sentirse más joven.
A pesar de los duros primeros años que Beaux ha tenido, la vida le ha dado una segunda oportunidad y ha conseguido ser feliz junto a una nueva familia, su dueña Jamie y su nuevo hermano y compañero de juegos, Riley.
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