¿Existen posiciones de parto más apropiadas que otras? ¿Hay alguna posición en la que tanto la madre como el bebé experimentan menos dolor? Si bien la postura supina es la más extendida, toda madre debería poder elegir la posición que le resulte más cómoda. Descubre las diferentes posturas que puedes adoptar durante el parto y las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
Posición supina: la más común
La posición supina es la preferida por los médicos como por la mayoría de las madres. La matrona, gracias a la madre acostada boca arriba, puede controlar mejor la situación e intervenir en caso de que se necesiten maniobras especiales. En el caso de que el niño venga de nalgas,por ejemplo, la posición supina es esencial para permitir que la partera realice las maniobras en el vientre con las que girar al bebé.
A menudo las madres no tienen realmente la opción de elegir y son colocadas directamente sobre sus espaldas para dar a luz. Esta postura, evidentemente, tiene sus ventajas: estando sobre la espalda la madre puede tomar descansos durante el trabajo de parto. Una de las desventajas, sin embargo, es que inmoviliza la pelvis, que debería ser más libre para acomodar la salida del feto. En este sentido, dar a luz en el agua es mucho más cómodo.
Posición en cuclillas: más fácil para el recién nacido
La posición en cuclillas, con la madre descansando sobre sus pies, parece ser la más cómoda para facilitar la salida del niño. El área pélvica es más libre de moverse, el canal de parto es más libre y la salida del bebé es más rápida, gracias también a la acción de la fuerza de gravedad. La parte más difícil, sin embargo, le toca a la matrona, que tiene que monitorizar con más dificultad un canal de parto orientado hacia abajo. Por otro lado, la madre tiene que hacer mucha fuerza con sus piernas mientras se apoya con los brazos en la cama o una silla. Por eso es posible que se canse pronto y tenga que cambiar de posición.
fortalece sus piernas sola, incluso si con sus brazos se apoya en la cama, una silla u otros soportes. Es posible que se canse pronto y tenga que cambiar de posición.
La posición de cuatro patas
Dar a luz a cuatro patas no carga las piernas y, por lo tanto, es una postura menos cansada que la de cuclillas. El peso repartido sobre las rodillas también aligera un poco la espalda de la madre y, al mismo tiempo, facilita la salida del niño. Esta posición garantiza las mismas ventajas de la postura en cuclillas, pero también las mismas desventajas: la partera tiene menos visión y menos control sobre el canal de parto, en comparación con un parto supino.
La posición lateral
La posición lateral es una de las menos utilizadas en obstetricia, pero tiene algunas ventajas significativas. Los empujes de la madre se ven favorecidos por el hecho de que puede agrrarse a un soporte, sin cargar demasiado peso sobre su espalda. Sin embargo, al igual que con la posición supina, la pelvis no tiene mucha libertad de movimiento. Para muchas madres, puede ser difícil extender las piernas en esta posición.
Partos de pie: ventajas y desventajas
La posición de pie es la menos utilizada. Sólo en muy pocas ocasiones se permite a las madres dar a luz en esta posición, reposando todo el peso sobre sus pies y con soportes para apoyar sus manos, por ejemplo, una cuerda. La fuerza de la gravedad es de gran ayuda en este caso y los empujes pueden ser menos dolorosos ya que, además, la pelvis es más libre de moverse y durante los descansos la madre también puede estirarse. Sin embargo, agarrarse a la cuerda o a los soportes puede ser agotador, y su espalda y piernas pueden verse afectadas.
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