Las náuseas y vómitos afectan a 1 de cada 3 mujeres embarazadas. Sin embargo, menos comunes son los casos en los que estos trastornos legan a provocar deshidratación o pérdida de peso. Hablamos de hiperémesis gravídica. A continuación, te explicamos las causas que lo provocan y los remedios y terapias más eficaces que puedes poner en práctica para prevenirlo o reducir sus síntomas.
¿Qué es la hiperémesis gravídica y cuánto tiempo dura?
Durante los primeros tres meses de gestación, el 80% de las mujeres embarazadas sufren náuseas y vómitos, ¡no es nada nuevo! Sin embargo, en un pequeño porcentaje de casos (y estamos hablando solo de un 0,5%), estos problemas tan comunes y generalizados corren el riesgo de convertirse en patológicos e incapacitantes, hasta el punto de que requieren de una intervención médica para reponer nutrientes y minerales.
Una mujer que sufre de este problema puede vomitar hasta diez veces al día, arriesgándose a la deshidratación y a un desequilibrio nutricional (además de una pérdida de peso decisiva) que debe tartar de mantener bajo control. No es casualidad que la hospitalización por hiperémesis gravídica durante el embarazo sea relativamente frecuente durante los tres primeros meses de embarazo. Después del cuarto mes, los síntomas tienden a desaparecer.
Hiperémesis gravídica: la causa
Es difícil establecer las causas que realmente determinan la hiperémesis gravídica en el embarazo, ya que hay muchos factores que pueden influir, tanto físicos como psicológicos. Entre estos factores debemos considerar, en primer lugar, los problemas hormonales, principalmente los relacionados con el aumento del estrógeno, así como problemas relacionados con el sistema gastrointestinal.
Un origen psicosomático, debido a la preocupación o al estrés, ciertamente no debe ser excluido, así como un componente de naturaleza hereditaria: si alguien en su familia ya ha sufrido, el riesgo de sufrir a su vez aumenta.
Finalmente, según algunas investigaciones, la hiperémesis en el embarazo se produciría con mayor frecuencia en los casos en los que el feto es de sexo femenino.
¿Cuáles son los síntoma de la hiperémesis gravídica? ¿A quién afecta?
La mayoría de las mujeres que sufren de hiperémesis gravídica son jóvenes y suele tratarse de su primer embarazo. El riesgo aumenta en casos de embarazo múltiple, cuando hay antecedentes familiares y cuando se padece obesidad. El síntoma más común y evidente es el vómito frecuente repetido durante el día, al que se suman la deshidratación, la pérdida de peso, el aumento de la frecuencia cardíaca y la fatiga crónica.
Otros síntomas son la hipersensibilidad a los olores, los dolores de cabeza, la incontinencia y molestias psicológicas considerables, desde el nerviosismo hasta la confusión y la ansiedad.
¿Es grave la hiperémesis gravídica? ¿Cuáles son los riesgos?
Afortunadamente, la hiperémesis en el embarazo, aunque difícil de soportar, no es grave y no pone en riesgo al niño: investigaciones demuestran que no hay efectos demostrables en el feto. Dicho esto, sin embargo, puede provocar un nacimiento prematuro o que el bebé nazca con bajo peso.
Hiperémesis gravídica: los remedios
Si una mujer embarazada sufre de hiperémesis durante el embarazo, es importante que se esfuerce todo lo posible por mantenerse hidratada y reponer nutrientes continuamente. Si no puede tomarlos por vía oral, deberá ser hospitalizada.
La nutrición es igual de importante: la mujer embarazada con hiperémesis gravidica deberá optar por comidas pequeñas pero frecuentes y por alimentos secos para evitar las náuseas en la medida de lo posible. Es mejor evitar las bebidas calientes y los olores fuertes. Puedes ayudarte de jengibre, que es excelente para desinflamar el sistema gastrointestinal. Por otro lado, la acupuntura está especialmente recomendada en estos casos, al igual que la psicoterapia, que podría ayudar a la futura madre a controlar mejor la ansiedad y el nerviosismo para disfrutar de un embarazo tranquilo.
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