En su investigación, los expertos hicieron una serie de exploraciones a 15 fetos sanos durante las semanas 24 a 36 de gestación. Las observaciones se hicieron a través de radiografías en 4D lo que les resultó fundamental para diferenciar un bostezo de una apertura de boca normal y definir todos los movimientos bucales . El equipo de investigadores, encabezado por la doctora Nadja Reissland, asegura que se basaron en la prolongación de dicha apertura.
Según el estudio más de la mitad de aperturas bucales eran bostezos. "En concreto, hemos contabilizado un promedio de seis bostezos a la hora por casi tres aperturas bucales normales en el mismo tiempo", asegura la doctora Reissland. Otra de las conclusiones de esta investigación es que "a partir de la semana 28 estos bostezos van disminuyendo sensiblemente lo que puede estar relacionado directamente con la maduración del cerebro temprano en la gestación y alzarse como un buen baremo para determinar la salud del feto", añade la doctora.
Pero si nosotros bostezamos cuando tenemos sueño, hambre o se nos pega cuando vemos a alguien ¿por qué bostezan los fetos? Algunas de las conclusiones son que si los bostezos en el vientre materno pueden determinar la buena salud del feto pueden indicar por tanto, la maduración de su sistema nervioso central, pero "todo esto son hipótesis que habrán de investigarse a partir de ahora", concluye Reissland.
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