La encargada de inmortalizar cada momento ha sido la fotógrafa francesa Laura Boil, especializada en bodas y maternidad. Amy, la mamá protagonista de esta historia, decidió que quería tener un parto natural, sin que los médicos le pusiesen la anestesia epidural.
El pasado 3 de agosto, la pequeña Emilia llegó al mundo. Esta es la historia de su nacimiento contada en imágenes: la larga espera, los nervios, el dolor de las contracciones y, finalmente, el momento de felicidad.
"La doula de Amy me llamó a las cinco de la mañana para decirme que estaba de parto", cuenta Laura, la fotógrafa de este proyecto. "Primero nos quedamos una hora en el cuarto de baño mientras Amy intentaba controlar las contracciones. Después, hacia las seis, nos montamos en el coche para ir al hospital. Tan solo está a 10 minutos de casa, pero durante el camino Amy no pudo ni sentarse, tuvo que ir de rodillas y a la inversa para soportar el dolor".
Una vez que llegaron al hospital, a Amy le dieron la opción de poder sumergirse en la bañera para poder llevar mejor las contracciones. "Ella estaba muy tranquila, ¡dominó las contracciones como una campeona!", explica Laura. "Cuando ya no pudo más, salió de la bañera y, apoyándose en su marido, comenzó a empujar hasta que nació la pequeña Emilia. Fue un momento mágico, mientras lo fotografiaba no podía dejar de llorar".
Después de dar a luz, los médicos tumbaron a Amy en la cama para poder atenderla mejor. Feliz y emocionados, tanto Amy como su marido no podían separarse de su hija. Sin duda una bonita historia que nos muestra una manera diferente y natural de dar a luz.
Si tu también te sientes como Amy y desearías tener un parto natural, aquí te recomendamos una serie de libros que pueden ayudarte ala hora de afrontar ese momento tan especial.
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