No cabe duda de que el embarazo es una auténtica noria de sensaciones y sentimientos encontrados derivados del cambio hormonal que experimenta el cuerpo. Nos crece el pecho, cambia nuestro sentido del humor, tenemos tendencia a comer más de lo habitual (los llamados antojos) y así una larga lista de transformaciones que le debemos a nuestras queridas hormonas, que están revolucionadas desde que empieza la primera fase del embarazo hasta el posparto.
Porque sí, una vez tenemos a nuestro bebé en nuestras manos nos toca asumir otro cambio más producido por las dichosas hormonas como es la caída del pelo. Este desorden capilar se origina debido a que durante el embarazo se produce mucha progesterona y esta tiene como efecto el impedir que se caiga el cabello. Por ello, tras el parto, la progesterona decrece y las hormonas deben reequilibrarse.
Concretamente, se produce a los dos o tres meses de dar a luz, cuando el pelo comienza a caerse mas de lo normal y lo hace de forma repentina y brusca. Este proceso de caída masiva del cabello recibe el nombre de efluvio telógeno agudo, que es una alteración del ciclo de crecimiento durante un tiempo limitado y es completamente reversible.
Este cambio se produce cuando la raíz del folículo piloso sufre un daño específico que interrúmpale su ciclo de crecimiento como consecuencia de eventos traumáticos o estresantes, problemas de alimentación, ansiedad, infecciones, cirugías o, en este caso, el parto. Lo cierto es que, aunque en algunos casos, esta fase es realmente alarmante (especialmente en aquellas mujeres de pelo largo, oscuro y abundante), todo vuelve a su ser y con tiempo y cuidados específicos se recupera el volumen de la melena inicial.
De algún modo el efluvio telógeno (o telogénico) puede alterar el estado anímico de las mujeres durante la fase de lactancia porque ven cómo sus hormonas les juegan una mala pasada en el postparto y tienden a perder el pelo, pero aunque algunas mujeres pueden sufrir este trastorno de forma extrema (hasta del punto de que pueden llegar a clarear) conviene remarcar que no es crónico y que en ningún caso supone un principio de alopecia.
Ademas, a la caída del pelo acompaña un frecuente picor del cuero cabelludo y de la raíz, así como dolor al manipular el pelo mas pinchazos en ciertas zonas de la cabeza y la temida aparición de las entradas del cabello. Aunque el efluvio telógeno tienda a desaparecer poco a poco en los siguientes meses (el tiempo estimado de crecimiento del cabello es de varias semanas, 6 a 7 meses, aproximadamente, aunque no es raro que el proceso de alargue hasta el año completo), conviene hacer una visita médica para que te recomiende diferentes tratamientos en el caso de que sea necesario.
Cuáles son los tratamientos anticaída durante la fase de lactancia?
Como es un proceso fisiológico normal que se produce tras el embarazo, momento en el que el cuero cabelludo se ve fortalecido, no existen milagros a los que puedes acudir para frenar la caída o sus síntomas, pero sí algunos consejos para que no pierdas mucho pelo durante las semanas de posparto.
Puedes, por ejemplo, seguir algún programa anticaída mediante cápsulas o pastillas, así como hacer uso de un champú fortificante pero, si lo que buscas es probar un remedio natural, probablemente puedas hacerlo con lo que tengas en casa a mano. Por ejemplo, el té verde (muy recomendado para absolutamente todo, desde la eliminación de toxinas para adelgazar como la regulación del tránsito intestinal) puedes beberlo o bien aplicarlo sobre el cabello a modo de tónico. Como todo, sin abusar: prueba a aplicarlo un par de días a la semana durante las próximas 4 semanas.
Como es importante que tu cuero cabelludo presente un aspecto saludable, puedes empezar por estimular la raíz con aceite de almendras o de romero mediante un masaje capilar que estimulará el crecimiento. Si no puedes conseguir estos aceites, prueba con el de oliva: un par de gotas en el cabello y un suave masaje de 20 minutos cada dos días y notarás la diferencia (ademas de que lucirás una melena mucho más brillante).
La cebolla morada es otro de los ingredientes que, además de que no pueden faltar en tu alimentación, tampoco pueden faltar en el cuidado de tu pelo, ya que mejora la circulación sanguínea en los folículos pilosos de la raíz capilar. Para eso, hierve una cebolla y extrae todo su jugo para aplicarlo sobre la cabeza y dejarlo actuar alrededor de 15 minutos antes de lavarte el pelo y aclararlo.
Si bien es cierto que puedes no notar ningún cambio en los primeros días, ten en cuenta que la paciencia es una virtud y en cuestiones capilares no queda otra que darle tiempo al tiempo. En definitiva, si sigues algunos de estos tratamientos caseros, notarás cómo tu pelo crece fortalecido cuando lo compruebes dentro de unos años.
¿Que tipo de alimentación debo incluir en mi dieta?
Una vez hayas asumido que la caída del cabello y la consecuente reducción del volumen de tu melena, es importante que tengas en cuenta un especial cuidado con tu alimentación. Para ello, debes de seguir una dieta rica en vitaminas y minerales que te pueden ayudar a mantener tu pelo y tu cuero cabelludo completamente sano.
Así, debes de seguir un ritmo de alimentación rico en vitaminas A (como zanahorias, pimientos, tomate o calabaza), B (legumbres, pescados como el salmón o frutos secos) y C (kiwi, pomelo, naranjas y otros cítricos) y minerales como el hierro, el cobre, el yodo y sobre todo el zinc. Todos ellos puedes encontrarlos, por ejemplo, en el marisco.
Si bien es cierto que todos los productos que hemos mencionado son importantes para frenar el desprendimiento de los cabellos, es fundamental que conozcas qué aporta cada uno y por qué debes incluirlo en tu dieta día a día todas las semanas. Por ejemplo, si sigues una dieta mediterránea, no te faltará alimentación que contenga las vitaminas y los nutrientes que necesita tu cuerpo para fortalecerse.
La arginina, presente en nueces, semillas de girasol, pollo, lácteos o pescado; la metionina (que es un complemento capilar para fortalecerlo) se encuentra en cereales y huevos y la cistina, un aminoácido que debe estar en tu dieta si quieres un crecimiento más rápido, aporta también las dosis de hierro y de zinc al cuero cabelludo para que éste esté sano.
Otros consejos para evitar la caída del cabello
También debes llevar a cabo una serie de cuidados como no sujetarte el pelo muy fuerte ni de manera prolongada (con una coleta o una goma que presione demasiado el pelo) o peinarte suavemente con un peine delicado y nunca a tirones. Ademas, en la fase de mayor caída, es mejor que no abuses del secador, por lo que cuanto menos lo uses mejor. Si no te queda más remedio que echar mano de él, mejor que lo uses a temperaturas moderadas.
De planchas, tenacillas y otros productos para cabello es mejor que te olvides, porque en esa fase doblará su fragilidad y su sensibilidad, por lo que es mejor que evites tratamientos agresivos de ese tipo (tintes o permanentes pueden incluirse en esta clasificación). Tampoco abuses de lacas, geles o gominas que puedan dañártelo y, ademas, producirte picores en el cuero cabelludo.
Además es importante que utilices champús especiales para prevenir esta alopecia pasajera y traten tanto tu cuero cabelludo como tu pelo con mucho mimo, así como cremas suavizares para hidratar el conjunto capilar desde la raíz. Por ello, es mejor que utilices champús naturales y suaves con pH neutro. De este modo sí que protegerás toda tu melena y la verás mucho más fuerte.
No obstante, si te preocupa mucho esta pérdida del cabello, es mejor que acudas a un médico que pueda recomendarte diferentes tratamientos para conservar el pelo y que vuelva a lucir su aspecto normal cuanto antes. Además, un especialista puede darte consejos personalizados según tu estado capilar. En todo caso, existen tratamientos de bioestimulación y de láser capilar que te pueden ayudar a recuperarlo de forma más rápida y efectiva.
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