Durante el embarazo, son muchas las dudas que nos acechan y una de las más recurrentes es cómo mantenerse en forma y qué actividades físicas son adecuadas en nuestro estado. Es muy común pensar que lo mejor durante el embarazo es dedicarse a descansar pero, mientras esperamos a nuestro bebé, es importante realizar actividades deportivas de forma responsable para mantenernos en buena salud.
¿Cuáles son los deportes más adecuados? Lógicamente, mientras esperamos al bebé, no podemos realizar cualquier tipo de actividad física, por ejemplo, debemos evitar deportes de alto impacto o deportes de contacto que puedan poner en peligro nuestra salud o la del feto. Por el contrario, los deportes acuáticos, en particular los aeróbicos acuáticos, son una excelente opción para mantener nuestra forma durante el embarazo. Te contamos todos los beneficios que tiene realizar aquagym mientras esperas a tu bebé.
Los beneficios del aquagym durante el embarazo: de la tonificación muscular a la reducción del dolor durante el parto
Los deportes acuáticos tienen muchos beneficios para cuidar tu salud mientras estás embarazada, frente a otros deportes tradicionales. Por ejemplo, los deportes acuáticos son mejores para las articulaciones y, practicándolos mientras estás embarazada, te sentirás menos cansada y pesada, ya que en el agua el peso es, aproximadamente, 1/6 del real, una ventaja que toma especial importancia durante el último trimestre, en el que el aumento de peso te puede generar dolores de espalda y ciática. Este peso reducido también te permite realizar muchos tipos de movimientos sin que tengas riesgos de sufrir traumatismos articulares, podrás hacer más repeticiones sintiéndote cómoda y segura.
La resistencia que ofrece el agua permite obtener una tonificación muscular a veces superior a la actividad que se realiza fuera de la piscina, especialmente a nivel de la espalda, pelvis y perineo, o en aquellas partes del cuerpo más afectadas por el embarazo y el parto.
El movimiento en el agua permite reducir la hiperlordosis, la curvatura de la columna vertebral a nivel lumbar que aumenta con el crecimiento del vientre. De esta forma, aliviarás e incluso prevendrás el dolor de espalda, especialmente común en los últimos meses.
Los ejercicios aeróbicos acuáticos son muy relajantes gracias a los gestos lentos y a los sonidos apagados que te ayudan a estar en contcto con el bebé, especialmente en ejercicios de inmersión y en posición fetal.
Gracias a la presión ejercida por el agua, ayuda a aliviar la hinchazón de tobillos y piernas, muy frecuente en el embarazo, favoreciendo la circulación superficial de las extremidades inferiores.
Desde un punto de vista emocional, está demostrado que el movimiento en el agua estimula la producción de endorfinas, las hormonas de la felicidad.
Con la actividad en el agua, además, aumenta la oxigenación de la sangre materna, que es transportada automáticamente al feto. De esta forma, tu bebé recibirá mejor su alimento. Se ha demostrado que los beneificios de este deporte también se ven en el bebé, que nacerá más fuerte, con un peso adecuado al nacer y con una menor tendencia a enfermar en los primeros años de vida.
¿Cuándo puedes empezar a hacer aquagym cuando estás embarazada?
Lo ideal es esperar hasta que ya haya pasado el tercer mes de embarazo para empezar a practicar este deporte. Te recomendamos también presentar un certificado médico hecho por tu ginecólogo para que tu entrenador pueda evaluar y adaptar el entrenamiento de aquagym a tus necesidades. Si el embarazo se desarrolla sin problemas y tu ginecólogo te lo permite, se pueden realizar ejercicios aeróbicos acuátios de forma segura durante los 9 meses, 2 o 3 veces por semana.
Consejos y precauciones que debes tener
Cada vez que practiques deporte, asegúrate de hidratarte bien, ya que durante el entrenamiento se pierden muchos líquidos que debes recuperar para evitar cualquier problema. Existen pocas contraindicaciones para la actividad acuática y se refieren a patalogías como la hipertensión gestacional, enfermedades infecciosas, diabetes, sobrepeso y adelgazamiento excesivo o disfunciones de la tiroides. Si tienes un embarazo normal, sin ningún tipo de patología, no habrá problema a la hora de practicar aquagym.
Si siempre has sido sedentaria, comenzar a practicar deporte justo cuando te quedas embarazada requiere de un entrenamiento específico que comienza con la educación respiratoria. En este caso, es importante contar con un profesional.
Deja de entrenar si te mareas, tienes palpitaciones, fatiga, contracciones uterinas o sangrado y pídele a tu ginecólogo opinión sobre el tipo de ejercicio que estás realizando y tu evolución.
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