Para tener un embarazo saludable es necesario conjugar correctamente diversos factores que podrían resumirse en tres: una buena alimentación, control médico y una rutina continuada y controlada de ejercicio que se ajuste a las necesidades propias de cada mujer.
Un error bastante generalizado, y que muchas mujeres siguen transmitiendo a sus hijas, es afirmar eso de que, como consecuencia de un embarazo, no podemos mantener nuestra rutina diaria o seguir haciendo las mismas actividades que antes. No es cierto, al contrario, se puede y se debe.
Siempre que un médico no diga lo contrario, mantener la normalidad en nuestras vidas adaptando, en caso de que sea preciso, el esfuerzo necesario para no poner en riesgo al bebé, es muy recomendable. Hace que nos sintamos autónomas y que nos desarrollemos social y profesionalmente, algo que influye muy positivamente en nuestra autoestima y estabilidad emocional, con los consecuentes beneficios para el desarrollo del feto.
Las mujeres de esta galería han decidido no frenar sus vidas ante su inminente maternidad y continuar haciendo lo que más les gusta. Han reducido la intensidad en su actividad conforme pasaban las semanas pero no han querido dejar de trabajar, bailar, correr, saltar o hacer lo que fuese que les hiciese felices. Son mamás 2.0: Imparables por definición, solo frenan para coger impulso.
LETTER
Y además:
De tal palo, tal astilla: 25 imágenes de niños que son una copia en miniatura de sus padres
20 imágenes increíbles de la maternidad como nunca la habías visto: bajo el agua