Salud de la madre
En realidad, todavía no sabes que estás embarazada. La fecundación ya ha tenido lugar, sin embargo, desde un punto de vista personal, nada ha cambiado ni ha afectado tu estado de salud. Unos días más tarde, cuando se te retrase el período, podrás hacerte diferentes pruebas para confirmar que estás embarazada. Es decir, lo único que tienes que hacer es esperar...
Si consideramos que un ciclo menstrual de media tiene 28 días, el punto 0 de tu embarazo se fijará en mitad del ciclo, es decir el 14º día. Por esta razón, el embarazo se suele calcular por semana de amenorrea (ausencia de menstruación). La primera semana de embarazo corresponde a la tercera semana de amenorrea. Más adelante podrás calcular la fecha exacta del embarazo mediante pruebas específicas.
Desarrollo del bebé
La fecundación (unión del óvulo y el espermatozoide) se efectúa en las trompas de Falopio. Después, el óvulo fecundado va lentamente hacia la cavidad uterina, donde se nutrirá y desarrollará hasta formar el embrión y finalmete el feto.
El principio: dos células se unen, un óvulo y un espermatozoide. El código genético que contiene su ADN se une para formar una sola célula. Después, el óvulo o cigoto comienza a desarrollarse. La división celular comienza muy rápido: 2, 4, 8, 64… células se van formando.
Consejos para este mes de embarazo: precauciones cotidianas
Tabaco y alcohol
Todavía no sabes que estás embarazada. Si aún no está hecho, es el momento de coger buenas costumbres: deja a un lado el tabaco y el alcohol.
Tabaco: es la ocasión de dejar de fumar
Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar, aunque ya estés embarazada. Te puedes apoyar en un médico especializado en ello.
Los riesgos
Fumar aumenta el riesgo de aborto involuntario en un 20% (riesgo multiplicado por 1,5 para mujeres que fuman 10 cigarrillos al día, 3 para 20 y 5 cigarrillos a 30 cigarrillos), y el riesgo de parto prematuro.
Además, la nicotina y el monóxido de carbono atraviesan la barrera placentaria para sustituir el oxígeno en la sangre necesaria para el desarrollo del bebé. El riesgo de retraso del crecimiento y las malformaciones uterinas se incrementan, especialmente durante el primer trimestre.
A tener en cuenta: si tu pareja sigue fumando durante tu embarazo, también puede alterar la salud del bebé imponiéndole el hecho de convertirte a ti en fumadora pasiva. La llegada del bebé puede ser la ocasión de motivarse mutuamente en esta batalla: dejar de fumar.
Alcohol: el bebé no lo tolera
Aunque una mujer soporte o no el alcohol, el bebé no lo tolera. El alcohol es una de las principales causas de las malformaciones congénitas. Cuanto más grande sea el consumo de alcohol al principio del embarazo, más riesgo hay de toxicidad para el feto.
Los riesgos
Contrariamente a lo que se dice, la placenta no protege al bebé del alcohol y de otras sustancias tóxicas: la concentración de etanol en el líquido amniótico alcanza valores comparables a la sangre materna, debido incluso a que el hígado del bebé es débil y no lo elimina correctamente. El alcohol aumenta el riesgo de nacimiento de bebés prematuros o de bajo peso, así como el riesgo de aborto.
Por último, la consecuencia más severa de un consumo de alcohol durante el embarazo es el síndrome de alcoholismo fetal: un bebé con SAF presenta un retardo de crecimiento, anomalías faciales, deformaciones del cráneo o cerebrales (anomalías en los labios y la mandíbula, cabeza pequeña), malformaciones cardíacas o urinarias más frecuentes…un retraso mental y psicomotor severo.
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