Los abortos naturales se suelen producir normalmente en el primer trimestre de gestación. Cuando se produce de manera natural puede deberse a muchas causas, aunque en ocasiones no siempre se pueden identificar. Aquí te informamos de cuáles son las más comunes. La mayoría de abortos naturales se producen durante el primer trimestre de gestación, de hecho es la complicación más común durante el embarazo. Dependiendo del momento en que éste se produzca, podemos distinguir diferentes clasificaciones:
- Aborto temprano: suele ocurrir debido a alteraciones genéticas y tiene lugar durante los días después de la implantación del óvulo fecundado.
- Aborto prematuro: cuando se produce antes de las 12 semanas de embarazo.
- Aborto tardío: si se produce a partir de la semana 13 de embarazo.
¿Qué causas pueden provocar un aborto y qué síntomas se asocian a él?
Posibles causas naturales de un aborto
Los motivos por los que se produce un aborto son muy amplios y en muchas ocasiones incluso se desconocen. Para clasificarlos se distinguen tres categorías: causas fetales, maternas o paternas.
> Causas fetales:
Las abortos relacionados con los problemas del feto suelen asociarse a mutaciones cromosomáticas, anomalías congénitas, infecciones o efectos ajenos causados por medicamentos o radiaciones ionizantes (como la de los rayos X, por ejemplo).
> Causas maternas:
En este caso las causas se asocian a problemas relacionados con la madre. Entre ellos se encuentran muchas enfermedades que puedan poner en riesgo su vida:
- Trastornos en el desarrollo de la placenta
- Deformidades o tumores en el cuello uterino, como miomas, sinequias o insuficiencia cervical.
- Traumatismos producidos por alguna caida.
- Infecciones
- Enfermedades sistemáticas como diabetes, hipertensión o hipertiroidismo.
- Intolerancia de Rh, que se produce cuando existe una incompatibilidad con la sangre de la madre y del feto.
- Insuficiencia del cuerpo lúteo
- Consumo excesivo de cafeína
- Abuso de sustancias nocivas como alcohol, drogas o tabaco.
> Causas paternas
Los problemas que se asocian al padre suelen estar relacionados con alteraciones genéticas o algún tipo de anomalía en el esperma.
Tipos de abortos naturales
Existen diferentes tipos de abortos naturales o espontáneo en las primeras semanas del embarazos:
- Inevitable: se produce la apertura del cuello uterino donde se produce la pérdida.
- Incompleto: es uno de los procesos más complicados, ya que puede producirse una infección o una hemorragia interna, por lo que debe seguir un seguimiento médico e incluso con tratamiento.
- Por óvulo retenido: este es uno de los más comunes ya que se produce en forma de hemorragia que se confunde en algunas ocasiones con la menstruación. Se caracteriza porque el tejido fetal no llega a formarse.
- Consumado: se produce la expulsión completa, lo que reduce el sangrado y el dolor.
- Diferido: es el momento en el que la mujer se somete a un legrado porque el feto ha muerto, pero no es capaza de forma natural de expulsarlo.
- De repetición: cuando una mujer experimentada de forma natural numerosos abortos naturales.
Revisiones médicas
Las embarazadas deben tener más precaución durante el primer trimestre, ya que existe un mayor riesgo de pérdida del feto. Los síntomas que se pueden asociar con un aborto natural pueden ser las hemorragias vaginales, especialmente durante el primer trimestre de embarazo, dolor lumbar, un dolor similar a las contracciones o, si la gestación está avanzada, un factor muy común es la pérdida del líquido amniótico. Por ello, es importante hacerse revisiones constante y pruebas para descartar cualquier anomalía en la gestación del feto.
También es posible que se produzca un aborto silencioso en el que no se presenten ninguno de los síntomas anteriores. En estos casos se diagnosticará en la consulta del ginecólogo con una ecografía y después comprobar que faltan signos de vida como movimiento, sonidos cardíacos, ultrasonido o que el útero no ha crecido desde la anterior revisión.
En cualquiera de los casos es recomendable que ante cualquier síntoma acudamos al médico.
Es importante tener en cuenta que los síntomas mencionados (hemorragias vaginales y dolores) no siempre tienen por qué significar que un aborto se ha producido, puede que ni siquiera tengan consecuencias negativas para el embarazo, por eso es necesario consultarlo siempre antes con nuestro médico y seguir sus recomendaciones.
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