Artículo elaborado en colaboración con Sandra Marcos.
Seguro que más de una vez te has preguntado por qué tu casa no guarda la armonía que ves en las revistas, o no brilla con toda la luz propia que te gustaría a pesar de haberla decorado siguiendo las últimas tendencias en moda para el hogar. Cuentas con el último grito en estampados para cojines, te has gastado un dineral en ese chaise longue que tanto te gustaba y has pintado las paredes con el color Pantone de 2019.
Pero la clave está en… ¡la iluminación! De nada sirve que combines a la perfección formas geométricas, colores trendy y muebles sacados de la última feria de decoración de París, si no aciertas con los puntos de luz adecuados para cada estancia.
Cada parte de la casa requiere de una iluminación distinta, ya que no le das el mismo uso a la zona de trabajo que al recibidor, ni pasas el mismo tiempo en la cocina, por ejemplo, que en tu habitación. Por ello, hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de elegir bien cómo vas a llenar de luz tu hogar, sin dejar de lado las tendencias decorativas.
En este sentido, como afirma la diseñadora e interiorista Sandra Marcos: “Todas las casas, en mayor o menor medida, cuentan con una luz natural que deberíamos aprovechar al máximo, reforzándola con puntos de luz artificial adecuados para cada zona”. Para ello existen multitud de lámparas de mesa y auxiliares que, además de ampliar esa claridad que entra por la ventana, darán un toque de distinción y exclusividad a cada espacio. Pero, sin duda, este 2019, hay que apostar por los halos de luz que ofrecen las lámparas de tulipas redondas. Gracias a su particular geometría y a sus diseños sin aristas y bases metalizadas o de mármol, aportan un toque de distinción a cualquier rincón.
Un tipo de luz y un estilo para cada estancia
Acciones como lavarte la cara por la mañana en el baño, ver la tele por la tarde en el salón o preparar una suculenta cena para invitados en la cocina no requieren de la misma iluminación. Por eso tu casa no puede estar provista con el mismo tipo de lámparas y bombillas en todas las estancias, sino que cada una de ellas necesita una luz y una intensidad distintas.
En la sala de estar, por ejemplo, que suele ser la zona de la casa más iluminada de forma natural -al contar con ventanales, balcones o terrazas-, sería ideal reforzar esa claridad con un par de puntos de luz en lugares estratégicos; así, una luz ambiental detrás o encima de la tele sería ideal para contrarrestar la intensidad lumínica que desprende la pantalla; y otra más funcional en una mesita auxiliar, cerca del sofá o del sillón protagonista, y que permita dirigir la luz, será perfecta para los momentos de lectura.
Los flexos metalizados con base de mármol pueden ser una buena opción para esta próxima primavera. También triunfan este 2019 las formas esféricas y las bases de cerámica.
En el baño deberíamos priorizar dos rutinas: la de la mañana, cuando por regla general se va con prisas y se necesita una luz potente alrededor del espejo para activarnos y acicalarnos antes de salir de casa; y la de la noche, cuando lo que esperamos al entrar en esta pequeña habitación es relajarnos con una ducha caliente o un reparador baño de espuma. En este caso, si lo que quieres es desconectar, lo ideal sería contar con reguladores de intensidad en las luces, de forma que puedas convertir tu cuarto de baño en un magnifico spa.
Al margen de la funcionalidad, Sandra Marcos nos invita en este punto a atrevernos con algún tipo de lámpara poco usual para los baños, siempre que nos aseguremos previamente de que son aptas para espacios húmedos. “A veces hay que dar rienda suelta a nuestra imaginación para conseguir estancias originales y personales, y una lámpara de diseño -de metal y tonos cobre, por ejemplo- junto al lavabo, dará un toque de exclusividad a tu baño y generará comentarios entre todos tus invitados”. De hecho, los dorados destacan este año como la tonalidad metálica emergente en todos sus acabados.
La zona de trabajo o estudio es quizás la habitación en la que más importancia tiene la iluminación, ya que de ella dependerá nuestro rendimiento y ¡nuestras dioptrías! En este caso, lo mejor es optar siempre por la luz natural; pero si la habitación no dispone de una orientación demasiado acorde con la iluminación solar, es vital disponer de un punto de luz general en el techo que alumbre bien toda la estancia. Además, en esta habitación se hace imprescindible un foco de luz que apunte directamente a la zona de trabajo, ya sea el ordenador o la zona de la mesa donde pintemos, cosamos o leamos, por ejemplo.
El dormitorio principal o de matrimonio es una de las habitaciones de la casa que más protagonismo adquieren cuando te encuentras en pleno proceso decorativo. Y la luz que elijas para ella no es menos importante que el estilo de la cama o la capacidad del vestidor.
Por ello, a la hora de escoger las lámparas para esta estancia de la casa debes tener en cuenta algunos factores como el tamaño de la habitación, la altura de los techos y las dimensiones delos objetos, para poder construir distintos niveles de iluminación, que combine luces y sombras y que aporte calidez ambiental.
La interiorista Sandra Marcos apuesta por el estilo Mid Century para las lámparas de techo del dormitorio principal, “ya que, junto a los tonos dorados y metálicos, aportan un toque de glamour y elegancia”. Pero para las mesitas de noche o el vestidor, esta pareja de lámparas de base cerámica artesanal y pantallas de lino son la mejor opción.
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