Estamos acostumbradas a asociar los colores pastel a épocas como la primavera o el verano o a las habitaciones infantiles pero... ¿por qué no utilizarlos también en invierno y en cualquier estancia?
El estilo nórdico es el que más se presta a adoptar estos tonos y es que la combinación de los básicos blanco y negro con los "candy" da como resultado unos ambientes perfectos y muy acogedores.
Candy walls
Los tonos pastel cada vez están adquiriendo mayor importancia en las paredes. Cobran todo el protagonismo ya que suelen ir acompañados de mobiliario y accesorios en colores neutros como el gris o naturales como la madera.
Pero ya no solo podemos optar por las paredes, sino que las puertas también se han convertido en un blanco perfecto para incluir estos tonos en nuestra decoración. Combinando dos colores dispuestos en formas geométricas nos trasladan a un estilo retro escandinavo. ¡Nos encanta!
© Instagram vía xcuseme.xl
Muebles "sweet, sweet"
Se trata de la técnica contraria a la que mencionábamos en las paredes. Aquí los toques "candy" los aportan los muebles por eso, las paredes deben ser blancas o en colores muy neutros para dejarle todo el protagonismo a las sillas, sofás, sillones, butacas, cabeceros de cama...
Una combinación que encaja perfectamente con este tipo de decoración es la madera-pastel. Encontrarás por ejemplo las típicas sillas Eamess, o las de madera de estilo retro, con una mezcla perfecta en sus patas de madera y color verde menta, azul cielo o rosa.
Existen muebles de estética "soft" que encajarán a la perfección tanto en líneas puras como redondeadas. Estas piezas por sí solas se convertirán en el centro de la estancia así que también puedes jugar con los colores neutros para los muebles "más importantes" del salón y dinamizar con colores pastel en taburetes o pufs.
Complementos de lo más dulces
Una de las opciones más prácticas es dar los toques pastel a una habitación a través de los complementos. Los textiles se llevan gran parte del protagonismo ya que existen un sinfín de posibilidades entre cojines, fundas para sofás, tapicería, alfombras, mantas, cortinas...
Pero además también entran en juego los accesorios, un mundo infinito formado por candelabros, velas, jarrones, electrodomésticos, vajilla y vasos, figuritas, espejos... El blanco y el negro en el resto de la estancia será perfecto así como los colores neutros para que el equilibrio reine en todo el espacio.
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