Diversos estudios han analizado cómo influye el color en el estado de ánimo de las personas. Es por esto que debemos prestar especial atención a los colores que elegimos en nuestro entorno. Hay colores que pueden darnos sensación de felicidad, mientras otros pueden tener el efecto contrario. A la hora de decorar el dormitorio es preferible usar tonos que ayuden a dormir y descansar adecuadamente.
La psicología del color
La denominada psicología del color nos indica que los colores que nos rodean nos afectan emocional, mental y físicamente. Este impacto puede afectar en las decisiones que tomamos, el rendimiento o la forma de pensar. Cuando nos centramos en los colores que pueden darnos un mejor descanso, debemos buscar tonos que favorezcan la relajación y el reposo.
Un estudio en particular investigó una residencia universitaria en la que todos los edificios eran iguales estructuralmente y solo se diferenciaban por los colores interiores. Los seis edificios eran violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Los 443 estudiantes que vivían en ellos participaron en el estudio para ver los efectos del color en su rendimiento y su estado de ánimo. Los resultados en este caso mostraron preferencia por el azul, seguido del verde y el violeta. En particular se observó un comportamiento más calmado entre los estudiantes que vivían en el edificio azul.
Qué color usar en el dormitorio
Los estudios realizados en este ámbito recomiendan en particular tres colores:
El azul: Es uno de los colores favoritos en el mundo de la decoración alrededor del mundo y en especial en los dormitorios, y no es coincidencia. Algunas de las investigaciones han corroborado un efecto tranquilizante a nivel emocional. Científicamente el azul reduce el ritmo cardiaco, la presión arterial y la temperatura corporal.
El verde: Siendo el segundo color más elegido para los entornos de relajación tiene también efectos muy positivos. Causa respuestas emocionales similares al azul, energía positiva, relajación y felicidad. En el dormitorio se recomienda un tono claro para aumentar los efectos relajantes.
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El blanco: Sin duda es otro de los colores estrella en el dormitorio por los sentimientos de paz y serenidad que evoca. A pesar de su poder relajante, es importante mezclarlo con los otros tonos, azul o verde, ya que está demostrado que un ambiente excesivamente blanco puede resultar frío, clínico y aburrido.