El último fin de semana de julio es una cita obligada en nuestro calendario cada año. El Low Festival supone una fecha imprescindible para los amantes del indie y para quienes viven el verano a ritmo de festival. El cóctel de este éxito que acaba de celebrar su novena edición, está formado por un buen cartel con grupos nacionales e internacionales, un ambiente inmejorable y su localización para exprimir los días al máximo. Puntos a favor que suman, atraen público y son argumento más que suficiente para no perderse la edición de 2018, que consagrará el evento como uno de los festivales más veteranos de la península, con diez años de recorrido.
Si tú también has vivido la magia del Low Festival hace tan solo unos días o quieres dejarte convencer por nosotras de cara al verano que viene, a continuación te desgranamos todos esos argumentos para que reserves el fin de semana del 27, 28 y 29 de julio de 2018. ¿Preparada para bailar?
Su cartel
Aunque como es lógico, aún no sabemos nada sobre los grupos que pisarán los escenarios del Low Festival en su décimo aniversario, sus nueve años de éxitos lo avalan como para tener unas altas expectativas al respecto. Este año hemos podido disfrutar de grandes actuaciones de primer nivel, tanto si nos referimos a grupos nacionales como internacionales.
Una de las cabezas de cartel eran este año los escoceses Franz Ferdinand. Este referente del indie rock supo dar todo a los seguidores que se agolpaban en torno a las primeras filas del escenario principal. El concierto, que se celebró el sábado, fue el más multitudinario de los celebrados y así cientos y cientos de personas se entregaron después de los primeros acordes de uno de sus temas más míticos: Do you want to.
También en el ámbito internacional, destacar el concierto de los Pixies, el veterano cuarteto de Boston dio comienzo a su actuación con los acordes de su aclamado Gouge Away. Mención especial merece también la actuación de los finlandeses Satelite Stories, uno de nuestros descubrimientos del festival al que llevamos enganchadas desde que volvimos de Benidorm. Con un indie pop muy fresco y bailable, ambientaron la madrugada del domingo.
Dentro del territorio nacional, el pabellón quedaba bien alto desde el mismo jueves con la actuación de Miss Caffeina en el evento de apertura del Festival. En una actuación en pleno paseo marítimo de Benidorm y abierta al público, la banda indie interpretó la mayor parte de temas de su disco Detroit (2016) y algunos de los que son ya canciones emblema del cuarteto desde que comenzasen su recorrido en 2010. Además, no faltó su habitual reivindicación de la libertad sexual y el respeto a la diversidad antes de comenzar con los acordes de Oh Sana, su certera crítica a la homofobia.
Continuando con la jornada del viernes, teníamos todas nuestras expectativas puestas en La Casa Azul y sus ritmos psicodélicos y, tal y como imaginábamos, su actuación estuvo a la altura de nuestra previsión. La peculiar voz de Guille Milkyway fue capaz de trasladarnos una vez más a los ritmos disco de otro tiempo y hacernos cantar y bailar sin descanso durante la hora en la que estuvieron subidos al escenario. Canciones como La revolución sexual, Los chicos hoy saltarán a la pista, No más Myolastan o uno de sus últimos éxitos, Podría ser peor, elevaron a un público totalmente entregado.
Ya el sábado fue Sidonie el encargado de llenar nuestros corazones indies. Para ello, volvieron a darlo absolutamente todo sobre el escenario con temas míticos como En mi garganta y algunos de su último disco como Yo no sé dibujar un perro o Carreteras infinitas -con mención especial a los chicos de Supersubmarina- sin duda uno de los minutos de oro de su actuación.
El domingo, último día de festival, pudimos disfrutar de otros grandes artistas como Xoel López. El gallego, un clásico ya de este tipo de festivales, ofreció una amplia muestra de su dilatada trayectoria (20 años nada más y nada menos) desde sus años como Deluxe hasta su último disco Paramales, publicado en 2015 y que es, para nosotras, el mejor disco del cantante por su variedad de ritmos y su calidad musical.
Tras él, llegó el espectáculo ofrecido por Fangoria, otro de los grandes reclamos del Low en su edición de este año. La que fue (y es) la representante por excelencia de la Movida madrileña, volvió a deleitar a su público con una selección de los grandes temas de su carrera y un broche final apoteósico con un público entrado a una particular y divertida versión de Bailando. El punto de humor y excentricidad vino dado este año por el grupo Ojete Calor, con una performance que arrancó las carcajadas de los espectadores.
Con estos antecedentes, ¿cómo vamos a perdernos el décimo aniversario del Low Festival? Ya estamos ansiosas por descubrir cuáles serán sus cabezas de cartel. ¿Habrá sorpresas esta vez?
Su ambiente
Si hay algo que nos gusta del Low Festival es la variedad y el buen ambiente que se puede palpar durante los cuatro días que dura el festival. La organización ofrece la posibilidad de que los niños accedan al recinto en compañía de sus responsables consiguiendo un público de lo más diverso y, lo más importante, verdaderos seguidores de la música indie que acuden al festival a disfrutar al máximo de sus grupos favoritos y a entregarse en cada una de las actuaciones.
Su buena organización
Cuando termina un festival, a menudo llegan las críticas por su organización. En el caso del Low Festival nuestros años de experiencia nos confirman que con cada edición han ido limando los pequeños detalles hasta conseguir hacer todo muy sencillo para quienes asistimos. Un exhaustivo control de seguridad, fluidez total a la hora de conseguir la entrada y ninguna aglomeración cuando se trata de pedir nuestras consumiciones. Además, este año hay que destacar la buena organización de los horarios de los conciertos para poder disfrutar del máximo número de grupos. Además, un año más el Low Festival ofrece una buena selección de foodtrucks perfectos para cargar las pilas entre concierto y concierto, con diferentes tipos de comida, capaz de conformar a los foodies más exigentes.
Su localización
¿Quién no quiere playa en julio? Pues sí, el Low también es una apuesta segura por su localización. Benidorm, ese icono del boom turístico de España de los 80, se convierte en un hervidero de indies que pasean sus pulseras de acceso al Low por la concurrida playa de Levante. Buen tiempo asegurado y una temperatura perfecta del agua hacen que las zonas de costa de Benidorm sean el lugar perfecto en el que invertir nuestro tiempo antes de que comiencen los conciertos del festival.
¡Están de celebración!
Como ya te hemos anticipado el año que viene el Low Festival se viste de celebración y cumple 10 años de existencia. Y claro, estamos seguras de que desde la organización conseguirán volver a hacernos disfrutar y sorprendernos como nunca. El hashtag #TheBigLow ya nos anticipa lo que está por venir....
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