"Esto es un marrón. Convocaremos elecciones". Esas han sido las primeras palabras de Antonio Resines tras ser nombrado nuevo presidente de la Academia de Cine. El actor comienza así, tras una larguísima filmografía y unas cuantas series a sus espaldas, su mandato -que presumiblemente será corto- tras la fulminante y sorprendente marcha de Enrique González Macho.
Esta decisión, que solo conocían los vicepresidentes de la Academia, Judith Colell y el propio Resines, ha pillado por sorpresa a los medios este jueves, especialmente tras su aplaudido discurso en la pasada edición de los Premios Goya, donde pidió con vehemencia al Gobierno la bajada del "maldito IVA". En su carta de dimisión, el ya ex presidente deja claro que no ha sido una decisión fácil ni voluntaria, sino que es fruto de sus propias circunstancias.
"Me voy obligado por las circunstancias pero razonablemente satisfecho con que la Academia no haya sido afectada ni contaminada por los convulsos tiempos que estamos pasando", continuaba, destacando su imagen impecable a pesar de los defectos. "Han sido cuatro años, como todos sabéis y habéis sufrido, difíciles por la situación político-económica del país y siempre he tratado de que ello no afectara ni a la imagen ni a la actividad de nuestra Academia", detalla en su carta.
Antonio Resines se queda con el marrón
Mientras tanto, y a la espera de la convocatoria de prensa que el ex presidente ha programado para este viernes, González Macho se satisface de dejar la Academia y, sobre todo la gala de los Goya, en un punto más que correcto. Y se lo deja, de momento, a Antonio Resines, quien fuera videpresidente hasta hace unas horas. Ha sido la Junta Directiva de la Academia la que ha decidido nombrar al actor presidente y a Colell vicepresidenta en funciones. Aunque esta misma tarde él ha expresado que era "un marrón" y que convocará elecciones, de momento es él el foco de todos los comentarios (muchos críticos) en las redes sociales.
Y es que a Resines le pesa, y mucho, el final de Los Serrano y ese sueño que aún sigue coleando. Pero el cántabro ha hecho muchísimo más, y ha trabajado con grandes directores de cine y en películas ya míticas, como Amanece que no es poco, Moros y Cristianos, Carreteras secundarias, Celda 211, La niña de tus ojos, El embrujo de Shangai o La buena estrella (película por la que ganó un Goya). Es decir, que tablas precisamente no le faltan.
Y si a ello sumamos que es un rostro conocido por todos y querido por muchos, que es cercano y accesible para los medios de comunicación y que cuenta con un gran sentido del humor, podríamos estar ante un gran presidente si sabe jugar sus cartas. Eso sí, si quiere, claro. ¿Le cogerá gustillo a este marrón o preferirá seguir en un segundo plano en la Academia de Cine?
Para acabar, os proponemos un juego: ¿en cuántas de las mejores películas españolas participa Antonio Resines? ¡Seguro que encuentras unas cuantas!
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