¿De dónde procede el test?
El MBTI (de Myers Briggs Type Indicator) vio la luz a partir de los trabajos en psicología analítica de la estadounidense Isabel Briggs Myers (1897-1979). A este test psicológico se someten cada año unos dos millones de personas en todo el mundo. Su objetivo consiste en mejorar las relaciones personales y profesionales, así como en aumentar la productividad. Además, permite identificar las preferencias en materia de liderazgo y comunicación.
¿Qué utilidad tiene?
El MBTI es muy útil para el desarrollo personal, conocerse a uno mismo, la orientación profesional e incluso la gestión de equipos. Sin embargo, no se adapta a la «selección» porque no permite comparar a dos sujetos. Hay muchas escuelas que lo utilizan para sus consejos de orientación. Además, permite describir la personalidad de un modo dinámico y detallado, con un lenguaje simple que permite poner nombre a fenómenos imperceptibles.
¿En qué consiste?
El test parte de la observación de que el espíritu humano cuenta con cuatro funciones psicológicas de base y cada una de estas funciones propone dos preferencias:
>La orientación de la energía («¿De dónde sacamos la energía?) Extraversión vs. introversión
>La obtención de la información («¿Cómo obtenemos la información?») Sensación vs. intuición
>La toma de decisiones («¿Cómo tomamos las decisiones?»)
Pensamientos vs. sentimientos
>Modo de acción («¿Qué modo de acción preferimos?»)
Juicio vs. percepción
Cada persona tiene sus preferencias en cuanto a cada una de las funciones anteriores y puede analizar su perfil psicológico. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres cumplen el perfil ISSJ (introversión/sensación/sentimientos/juicio). Este modelo que nos permite comprender las preferencias de nuestro cerebro, nos permite también analizar nuestra relación con el mundo y con el entorno familiar o profesional con el objetivo de conocerlo o modificarlo.
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Ver también:
La psicogenealogía