A veces puedes tener la sensación de que el mundo conspira contra ti. Donde antes brillaba el sol ahora todo es gris, los pequeños problemas nos parecen insuperables y no queda espacio para el optimismo. Quien más quien menos, todo el mundo ha tenido alguna vez uno de estos momentos y los acaba pasando. Ese es el primer consuelo pero, afortunadamente, hay muchos más: trucos para superar más rápidamente las emergencias emocionales.
En épocas de pesimismo, trata de pensar en la gente que te quiere y te quiere ver feliz, seguramente puedes contar con ellos más de lo que piensas. Pero, al final, la que tiene en sus manos cambiar la actitud frente a la vida eres tú. Y, si te lo propones y sigues nuestros consejos, podrás con ello.
1. Respira profundamente
Es sorprendente lo rápidamente que pueden los pensamientos tomar vida propia. De repente, un pequeño problema parece un obstáculo insuperable: la crítica de un compañero se convierte en una declaración de guerra; la torpeza de la pareja, en un canto del cisne al amor.
Pero la mayoría de estas horribles situaciones sólo existen en nuestra imaginación. Aunque siempre existe una chispa de verdad, si te centras sólo en tu miedos irracionales y fantasías, será muy difícil que encuentres una solución lógica a tu problema. Como se suele decir: a veces hacemos un desierto de un grano de arena.
2. Ve directa al grano, no des rodeos
Un pequeño consejo de navegación: casi siempre es mejor pasar por algo directamente, por muy desagradable que sea, a estar días y días dándole vueltas.
Lo primero es que el problema no va a disminuir, más bien al contrario. Lo segundo, que gastas parte de la energía que necesitas para superar la situación. Y, por último, no hay nada mejor que la sensación de saber que has afrontado un problema con coraje y determinación. Así que, ¡a por ello!
3. Celebra tus errores
Vale, quizás "celebrar" sea demasiado. Pero deberías aprender, por lo menos, a aceptar tanto tus logros como tus errores. Reconócelos, aprende de ellos y procura no volver a cometerlos. Sólo eso.
Eso que te ha dado mucha vergüenza, una humillación o algo de lo que te arrepientes profundamente. Todas son valiosas lecciones para el futuro que no se pueden aprender a través del éxito. Razón más que suficiente para tomar impulso cuando tienes algún fallo.
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4. Sé miope
La hipermetropía es la incapacidad para ver claramente los objetos cercanos. Los afectados, por tanto, son incapaces de reconocer (con nitidez) cosas que están justo frente a sus narices. En su lugar, se centran en lo que pasa lejos de ellos. Un proyecto, una meta o un gran sueño: sólo ven cosas a gran distancia. No es de extrañar que se les acabe el fuelle antes de haber ni siquiera empezado. Centra tu atención en el aquí y ahora. ¡Empieza a ver lo que tienes justo delante de los ojos!
5. Cuenta hasta cuatro
Cuando el estrés y la baja moral amenazan con tomar las riendas, hay un pequeño truco que ayuda a mantener la cabeza en su sitio:
- Inspira lentamente mientras cuentas hasta cuatro.
- Aguanta la respiración.
- Espira con los labios ligeramente fruncidos mientras cuentas..
- Aguanta la respiración mientras (sin coger aire).
- Respira normalmente dos veces.
- Vuelve a empezar el proceso.
6. Empieza de cero
También cuando todo lo que podía salir mal, ha salido mal, hay una cosa segura: mañana será otro día. El futuro se abre frente a nosotros y está bien saber, que siempre se puede volver a empezar de cero, ¡las veces que haga falta!
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